Desde la creación del programa Progresando con Solidaridad han habido importantes avances en materia de protección social, ya que el programa, además de las transferencias monetarias condicionadas, también emplea un sistema de construcción de capacidades que tienen como resultado un impacto significativo en la reducción de la pobreza
SANTIAGO.- Si no existiera el programa Progresando con Solidaridad (PROSOLI), al 2013, la pobreza extrema hubiese sido tres puntos porcentuales mayor que los índices actuales de pobreza registrados en el país; aseguró la directora técnica del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales del Gobierno, Rosa María Suárez, al participar en el Décimo Conversatorio Pensar para Proponer, que celebró la Oficina Senatorial de esta provincia.
En el conversatorio, el director del Instituto Lula y ex ministro de la Presidencia del Gobierno de Brasil del 2003 al 2010, Luiz Soares Dulci, impartió la conferencia “Brasil, un salto hacia el futuro: Experiencias Exitosas de Políticas Sociales”, una mirada al legado y lecciones del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva en materia de implementación de políticas públicas, que dieron como resultado la salida de la pobreza de 28 millones de personas en un período de siete años.
En el conversatorio participaron como comentaristas la directora técnica del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales; el economista, especialista en Políticas Sociales, Jefrey Lizardo; y el senador de Santiago, Julio César Valentín.
Durante su participación, Suárez señaló que desde la creación en 2012 de Progresando con Solidaridad han habido importantes avances en materia de protección social, ya que el programa, además de las transferencias monetarias condicionadas, también emplea un sistema de construcción de capacidades que tienen como resultado un impacto significativo en la reducción de la pobreza.
Entre esas capacidades, Suárez citó la empleabilidad, capacitación, inserción al trabajo, seguridad alimentaria, habitabilidad, prevención de embarazos en adolescentes, educación en valores, entre otros, que constituyen los ejes fundamentales de Prosoli en favor de las familias de escasos recursos.
“La primera valoración es el impacto en pobreza, ya que los estudios han demostrado que hemos tenido en el elemento cíclico de la economía desde el 2008. En ese año tuvimos una crisis similar a la del 2003, sin embargo, no produjo la misma cantidad de pobres que en ese año, lo que nos indica que respecto al tema de pobreza las transferencias condicionadas han sido un colchón para que estas poblaciones puedan enfrentarla”, indicó.
Respecto al tema de la seguridad alimentaria, la funcionaria indicó que los programas de transferencia condicionada han tenido un impacto en la reducción de la pobreza intergeneracional, debido a que la cantidad de subsidios que recibe una familia repone alrededor del 40 por ciento del valor de la canasta familiar.
Indicó además que el 52.3 por ciento de las personas que han sido capacitadas en los programas de Prosoli refieren alguna acción de aumento de generación de sus ingresos, y más del 40 por ciento ha conseguido un empleo. Por otro lado, reveló que mediante el programa, el gobierno ha bajado en tres puntos porcentuales el número de embarazos en adolescentes beneficiarias de la iniciativa social.
Zona rural
De su lado, el economista Jefrey Lizardo manifestó que la expansión de la seguridad social y los programas de transferencia condicionada están logrando una verdadera articulación de las políticas económicas y sociales, lo que demuestra que el país va por el camino correcto. Destacó que en la zona rural, el ingreso per cápita aumentó un 10 por ciento y la tasa de ocupación en un 4.1, lo que significa que la política de microcrédito y la producción agropecuaria han tenido un efecto positivo en la reducción de la pobreza en este sector.
“Recientemente se dieron a conocer las cifras de pobreza en el país destacando su reducción de en el último año, sobre todo en el ámbito rural, donde disminuyó de 52.5 por ciento a 43.5, la más baja desde el año 2000”, sostuvo.
Sin embargo, agregó que el desafío como país es impulsar una política de protección social integrada, titulada y bien coordinada, teniendo como meta la visión país planteada en la estrategia nacional de desarrollo 20-30
Sobre la conferencia
La experiencia de Brasil en materia de políticas públicas y económicas, así como en la lucha contra el hambre y la pobreza como factores estimuladores de crecimiento y desarrollo, entre otros temas, fueron debatidos en el Décimo Conversatorio Santiago Pensar para Proponer, que celebró este martes la Oficina Senatorial de esta provincia. En ese sentido, Suárez valoró los esfuerzos de Brasil en materia de políticas públicas.
“Brasil ha sido un referente y pioneros de este tipo de protección social, así como México, Brasil ha hecho un gran esfuerzo para institucionalizar para poder expandir el sistema de protección social y políticas sociales más inclusivas”, sostuvo.
En su conferencia, Dulci afirmó que el gobierno de Lula cumplió una doble misión histórica, por un lado, rescató una parte significativa de la enorme deuda social heredada de siglos anteriores, garantizando derechos básicos de ciudadanía a decenas de millones de personas hasta entonces excluidas de la sociedad y de la esfera de acción del Estado; y por otro lado, modernizó y democratizó el país, lo que colocó a Brasil en mejores condiciones de enfrentar los desafíos del siglo 21.
Dulci mostró un balance sobre los ocho años de gobierno del presidente Lula Da Silva, y basó su evaluación a partir de un conjunto de números que indican profundas transformaciones en la sociedad brasileña.
Para Dulci, una de las principales innovaciones del gobierno de Lula fue romper con el paradigma que opone el crecimiento económico al combate contra la pobreza. “Invirtiendo esta lógica, el gobierno federal apostó a la lucha contra el hambre y a la pobreza también como factores estimuladores de crecimiento y desarrollo”, sostuvo.
El conversatorio, que se celebró en el Auditorio del Centro León, es una iniciativa de la Oficina Senatorial de Santiago, que se ha consolidado como un espacio para el debate e intercambio de ideas, a partir de disertaciones de reconocidos expertos nacionales e internacionales.