Pro Consumidor saludó la inclusión y penalización de 10 a 20 años de prisión por el uso de la sustancia química ácidos sulfúricos y nítricos “Acido del Diablo” en la modificación del Código Penal.
La licenciada Altagracia Paulino dijo que se alegra que se haya criminalizado esta sustancia, por todos los daños causados, ya que muchos la utilizan como arma letal en los diferentes sectores de la capital y provincias del país.
“Nos alegramos de esta acción, ya que reducirá la criminalidad con el referido acido, sobre todo la que se origina en la violencia intrafamiliar, donde se han verificado la mayoría de los casos”, agregó la funcionaria.
Precisó que la entidad que dirige dispuso la restricción de la comercialización mediante la resolución 104-2010, por las constantes denuncias que recibía y las estadísticas que posee la Unidad de Quemados del Hospital Luis Eduardo Aybar.
Manifestó que como una forma de apalear el uso del Ácido del Diablo, en los sectores, Pro consumidor implementó una campaña mediática de remunerar a las personas que denunciarán la venta irregular.
La modificación del Código Penal, contempla que cuando el hecho ocasione a la victima daño, lesión o incapacidad permanente, mutilación o desfiguración, se sanciona con la pena de 10 0a 20 años de prisión y multa de diez a veinte salarios.
A partir de la emisión de la resolución 104-2010 la venta de este producto quedó autorizada de manera exclusiva para procesos industriales, empresas de servicios y técnicos legalmente habilitados para tales fines.
La resolución emitida por Pro Consumidor contó con el apoyo del Ministerio Interior y Policía y la Procuraduría General de la República, la Asociación de Ferreteros (Asodefe), y de la Federación Dominicana de Comerciantes, quienes en ese momento se comprometieron a colaborar para que el “ácido del diablo” no se siga comercializando en el país.
Paulino dijo que “por los hechos, y las imágenes desgarrantes, por los testimonios de las víctimas, el ácido del diablo no es un simple arma, es un arma mortal porque las personas no sólo quedan marcadas para el resto de sus vidas, sino que la sustancia penetra por la piel y afecta el cerebro y órganos nobles”.