La reelección responde a coyunturas políticas. A casi año y medio para celebrar las elecciones generales, es difícil hacer un balance de si hay condiciones para una repostulación. El momento clave para las decisiones tiene que ser a mediados del venidero año.
Por Manuel Hernández Villeta
La reelección tiene que ser parte de un movimiento unitario. Una posición reeleccionista que lleve divisiones, está condenada al fracaso. Tiene obligatoriamente que contar con todos los sectores del Partido de la Liberación Dominicana y de los grupos aliados.
En estos momentos no hay una firme decisión de buscar una reelección. Si existen sondeos y creación de opinión pública, que ya al entrar el próximo año tendrán que ser más agresivos.
El primer tramo para imponer una reelección es lograr todas las reformas Constitucionales que sean necesarias. Eso es fácil. Un deseo presidencial de reforma constitucional, es muy difícil que pueda ser obstaculizado. Más difícil es navegar, sin que haya vientos divisionistas en el grupo morado.
Uno de los pilares donde se podría basamentar la reelección, es la dispersión y poca fuerza de los grupos opositores. Una idea a veces subjetiva, porque los perredeistas por tradición están divididos, pero se unen en torno al sector que ven con posibilidades de ganar unas elecciones generales.
En el mundo sin ideologías de hoy, una victoria electoral depende de la suerte, del clientelismo político, de las circunstancias y de los amarres, concertación o uniones movidas por los vientos.
Hoy, más que un amplio programa de gobierno, unas elecciones se pueden ganar por el color de la corbata del candidato, la mueca ante las cámaras de televisión y el acierto de usar camisa mangas cortas, o saco y corbata para una entrevista. No se pide más. Estamos en la era de las figuras, y no de las promesas electorales.
La gran masa de votantes que va a las urnas por primera o segunda vez, no piensa en el pasado, su presente es ahora, por lo tanto no cuentan ni las viejas glorias, ni las viejas batallas, ni los viejos robles, o las ideas expuestas en libros carcomidos en bibliotecas que nadie visita.
La reelección es una de las variantes políticas que se barajan de cara al próximo año, donde todo deberá estar definido en lo que se refiere a las candidaturas presidenciales, para empreder la marcha hacia mayo del 2015.
Ya pasó la época del doctor Joaquín Balaguer que decidía su relección faltando un mes para las elecciones, y luego las imponía con las botas, el trapo colorao en la punta de los fusiles y el despotismo ilustrado.
Como cualquier candidatura, la reelección hoy se gana en las calles, en los barrios, en las aldeas, y el camino va adelantado, con el salto de los charcos enlodados.