El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) alertó anoche en conferencia en la Universidad Pedro Henríquez Ureña sobre las implicaciones futuras que tendría para el país la persistencia de los altos niveles de pobreza.
En su exposición “Hacia un crecimiento inclusivo”, el ingeniero Temístocles Montás contrastó ese cuadro de pobreza y desigualdad con el crecimiento sólido de 5.02% promedio anual de República Dominicana estos últimos 24 años, expresado en un PIB per cápita que casi cuadruplica a los precios de mercado de esos años.
En el acto estuvieron el rector de la Unphu, el arquitecto Miguel Fiallo Calderón y el presidente de la junta de administración de la fundación, Eugenio Garrido Saviñón, demás autoridades académicas y estudiantes.
En su conferencia Montás reconoció que aun cuando en estos últimos años en el país se ha registrado una ligera caída en la desigualdad social de ingresos, “los niveles altos de pobreza persisten”, informó la Unidad de Comunicaciones del Ministerio.
Montás comenzó recordando la inclusión social, concepto surgido en Europa en los años ochentas, para superar la visión excesivamente economicista del concepto pobreza, reflexión que dijo en América Latina toma cuerpo cada vez.
Aclaró que aunque la pobreza es importante, para él es lo es más la desigualdad social, la cual permitió por ejemplo la vuelta de Michelle Bachelet al poder en Chile que apoyo su campaña en la promesa de que la reduciría.
El ministro dijo que el hecho de que América Latina no sea el continente más pobre pero sí el más desigual es una demostración de la magnitud de la desigualdad en nuestra región.
Explicó que la inclusión social trae consigo el concepto exclusión social, binomio que puede traducirse en que hay personas que están dentro de la sociedad pero también otras que están fuera de la sociedad.
“Mientras la pobreza está asociada a una privación material, la exclusión social tiene un carácter multidimensional, pues incluye la privación de los derechos económicos, políticos y sociales de las personas”, declaró.
Agregó que en términos de la cotidianidad, un denominador común de la exclusión social es la carencia o la dificultad que tienen las personas para acceder al empleo decente, lo que conlleva a no contar con un ingreso suficiente para satisfacer sus mínimas necesidades.
Entre los factores que explican la exclusión social citó el bajo nivel de educación y el analfabetismo, así como el que una persona crezca en una familia vulnerable, que es el caso de las monoparentales.
Agregó que también explica la exclusión social el crecer en una familia de desempleados y en los casos en que se sufre violación doméstica, así como también los discapacitados y quienes padecen problemas de salud.
“Es que el estado de salud tiende a ser peor en los grupos de ingresos bajos. Y también son excluidos sociales quienes viven en zonas con múltiples carencias, como la falta de oportunidades en los barrios degradados o con alto índice de criminalidad, de tráfico de drogas, con infraviviendas y las personas sin hogar, lo mismo los inmigrantes”, enumeró.
En su exposición el ministro Montás subrayó que la inclusión social pasa por garantizar ciudadanía, es decir derechos civiles, políticos, económicos y sociales a las personas, y asegurar conexión y solidez de las redes de reciprocidad social, para garantizarles el acceso al mercado de trabajo.
“Esto podría persistir en el futuro, si no adoptamos una estrategia de desarrollo que nos conduzca a la superación de estas situaciones”, previno Montás.
En ese sentido citó estadísticas según las cuales el 14.9% de los dominicanos son personas desalentadas de la búsqueda de empleo, porcentaje que estimó de alto, Igual que la informalidad de desocupados de 56.9%).
Mientras esto ocurre, observó el disertante al auditorio, el aparato productivo del país muestra importantes niveles de heterogeneidad, una diferencia salarial apreciable entre empresas que expresan igualmente la diferencias en productividad.