Con motivo de la reciente aprobación del Presupuesto General del 2015, en el Análisis de Coyuntura del mes de Diciembre, el Centro Bonó analiza detalladamente el gasto público, siendo ésta una de las principales herramientas con las que cuenta un gobierno para llevar a cabo las transformaciones que impliquen la mejora de la calidad de vida de las personas. El Presupuesto General 2015, aprobado por el Congreso en el pasado mes de noviembre, contempla un gasto total de RD$630 mil millones. El documento muestra muchas similitudes con el del presente año. Pero lo que preocupa de esta continuidad presupuestaria es el mantenimiento de una misma estructura en la que resalta la falta de prioridades. El gasto público en las áreas sociales será incluso ligeramente menor al de este año (46.5% frente a 46.8%), manteniéndose la gran brecha frente a América Latina en donde la inversión social promedia el 65% de los presupuestos. El gasto público es una de las principales herramientas con la que cuenta un gobierno para llevar a cabo las transformaciones que impliquen la mejora de la calidad de vida de las personas.
Para la función educación (preuniversitaria) el gobierno mantiene el compromiso de cumplir con el 4% del PIB, que equivaldrán a unos RD$124.4 mil millones. Por su lado, la educación superior verá contraído sus recursos en un 0.6%, bajando a RD$11 mil millones, lo cual causa preocupación en el sentido de que puedan verse recortados programas de becas tales como el Inglés por Inmersión, como fue anunciado por la MESCyT. La Estrategia Nacional de Desarrollo establece que para el 2015 el gasto en salud debería ser, como mínimo, el 2.8% del PIB, sin embargo tendrá un asignación todavía inferior al 2% del PIB.
De los veintidós ministerios, cinco tendrán reducciones en sus presupuestos. Seis verán incrementos bajos de entre 0.5% a 3.3%. Otras cuatro aumentarán entre 5 y 10%, incluyendo a Educación y Relaciones Exteriores. Los otros siete ministerios presentarán cambios más significativos en sus partidas. Las instituciones descentralizadas recibirán del gobierno central el próximo año el monto de RD$34.3 mil millones de pesos en transferencias, unos 4 mil millones de pesos más que en el presente año. Esta parte del gasto una de las menos transparentadas y de más difícil seguimiento. Las dos cámaras del Poder Legislativo mantendrán invariadas sus partes asignadas. Los ayuntamientos recibirán RD$17 mil millones, para un aumento de 6.3%.
Unos RD$40.9 mil millones, es decir, el 1.4% del PIB serán destinados a subsidiar el sector eléctrico, siendo esta una transferencia que resulta cada vez más pesada y sin encaminarse a resolver el problema de fondo. Unos RD$88 mil millones, equivalentes al 2.9% del PIB, se utilizarán para el pagar intereses de la deuda y por concepto de la recapitalización del Banco Central de la República Dominicana.
Los recursos adicionales que habrá que destinar para pago de la deuda pública (RDS17 mil millones) absorberán más de la mitad de toda la expansión presupuestaria prevista. El gobierno central proyecta un déficit de 2.5% del PIB, que, si bien, se sitúa por debajo de los resultados vistos desde el 2011, aun es un monto significativo dada la situación financiera del Estado. Estamos ante un franco agotamiento del modelo fiscal, tanto si lo vemos por cómo se gasta, cómo se recauda y cómo se financia el Estado. Con una deuda pública rondando el 50% del PIB se evidencia también las consecuencias de la política de endeudamiento indiscriminado que se ha venido denunciando desde hace años de diferentes sectores.
Para el año 2015 tendremos un presupuesto de pocos e insuficientes cambios y una de las principales razones se debe a que el esquema de formulación se basa en el presupuesto histórico, es decir, que se toma de referencia las partidas pasadas y no las necesidades sociales llamadas a ser resueltas. Entendemos que el gobierno desperdicia de esta manera las posibilidades de realizar las transformaciones necesarias con la inversión social como instrumento de redistribución de las riquezas. Urge reorientar el gasto público para que el Estado pueda cumplir su rol de garante de los derechos de la ciudadanía, pero para esto se requiere de verdadera voluntad política.
Estas reflexiones del Centro Bonó se dieron a conocer en el marco del Análisis de Coyuntura, que se realiza el primer sábado de cada mes. En esta ocasión el tema abordado fue el Presupuesto 2015 y contó con las ponencias de los economistas Isidoro Santana, Asesor del Ministerio de la Presidencia y Jorge Ulloa, Analista del Observatorio de Políticas Sociales del Centro Bonó.