"El banco no es solo un actor cualquiera con respecto a estos temas. Es el gorila en la sala": Philip Alston.
Por Carey L. Biron ©
WASHINGTON, 19 dic 2014 (IPS) – En un gesto poco común, un número sin precedentes de relatores especiales de la ONU enviaron una carta para expresar su inquietud al Banco Mundial ante el posible cambio de las garantías socioambientales que rigen los préstamos que otorga la institución y, en especial, en torno al papel que tendrán los derechos humanos en las mismas.
En la carta divulgada el martes 16, 28 expertos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) expresaron el temor de que la institución multilateral con sede en Washington vaya a impulsar una “carrera hacia el fondo” si prosperan los cambios propuestos por el propio Banco Mundial.
El documento acusa a la institución multilateral de interpretar de forma selectiva sus propios estatutos y obligaciones bajo el derecho internacional.
La revisión de las garantías “parece esforzarse por evitar toda referencia significativa a los derechos humanos y al derecho internacional de derechos humanos, a excepción de referencias fugaces”, sostiene la carta, dirigida al presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
“Las nuevas garantías propuestas por el Banco parecen entender los derechos humanos en términos negativos como… si solo elevaran el costo de los préstamos en lugar de contribuir a garantizar un resultado positivo”, añade.
El Banco Mundial asegura que sus garantías constituyen una “piedra angular de su apoyo a la reducción sostenible de la pobreza”. La institución está actualizándolas por primera vez en 20 años, pero cuando dio a conocer un borrador de los cambios en julio recibió una andanada de críticas de la sociedad civil.
Los críticos advierten que las modificaciones permitirían al Banco Mundial desplazar la responsabilidad por el cumplimiento de ciertas políticas socioambientales a los receptores de los préstamos. Las directrices también podrían eximir a los gobiernos receptores de acatar ciertos aspectos de las políticas.
El banco prorrogó el plazo para recibir respuestas al proyecto, que en un principio terminaría este mes, hasta la próxima primavera boreal.
“El banco no es solo un actor cualquiera con respecto a estos temas. Es el gorila en la sala”, afirmó Philip Alston, relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.
“Lo que hace en materia de garantías y lo que no hace en materia de derechos humanos implica una gran diferencia en cuanto a establecer normas internacionales”, subrayó.
La carta, que Alston lideró, es poco común por varios motivos. Las misivas formales del sistema de derechos humanos de la ONU dirigidas al Banco Mundial son raras y, según los observadores, ninguna otra había recibido tanto apoyo de expertos en el foro mundial.
Los signatarios de la carta “están profundamente preocupados de que el banco tenga la intención de retroceder 20 años o más y reemplazar sus normas existentes con un sistema que simplemente culpará a otros por ignorar las consideraciones de derechos humanos, lo cual librará al banco de la responsabilidad”, destacó Alston.
Presiones competitivas
Desde los años 70, el Banco Mundial fue un pionero en la adopción de garantías para que su ayuda al desarrollo no provoque o agrave ciertas formas de discriminación o degradación ambiental.
Pero la institución nunca ordenó que los programas que financia cumplan con las normas internacionales de derechos humanos, sobre todo por la inquietud de que la politización de sus préstamos podría complicar su estrategia contra la pobreza en cada país.
Pero otros actores, incluido Alston, sostienen que los derechos humanos ya no pueden considerarse una cuestión política.
En este sentido, crece el consenso en torno a la idea de que el desarrollo sostenible es imposible sin que se haga hincapié en los derechos humanos. Otras instituciones multilaterales, como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, adaptaron sus políticas de asistencia a las obligaciones internacionales de derechos humanos.
Al mismo tiempo, el Banco Mundial tiene una mayor presión competitiva. Muchos analistas sostienen que eso se debe a la reciente creación de varias instituciones multilaterales de desarrollo, financiadas sobre todo por China, India y Rusia.
La opinión general es que estas entidades pondrán menos énfasis en requisitos, en ocasiones engorrosos, como las garantías socioambientales del Banco Mundial. En este contexto, Alston y otros sostienen que el banco tiene una responsabilidad añadida de centrarse en resultados que solo el respeto básico de los derechos humanos puede generar.
Funcionarios que participan del proceso de revisión de las garantías aseguran que el borrador que están manejando amplió las secciones relativas a los derechos humanos y los principios de no discriminación.
“Nuestro proyecto de propuesta va tan lejos o más que otros bancos multilaterales de desarrollo en la medida en que protege a los vulnerables y los marginados”, declaró Stefan Koeberle, director de riesgo de operaciones del Banco.
Gracias a los aportes externos “hemos recibido una serie de propuestas constructivas para fortalecer el texto” del borrador, señaló. “Seguiremos desempeñando nuestro papel como una organización encargada de lograr la reducción de la pobreza y la prosperidad compartida, mediante políticas sólidas que permitan alcanzar resultados ambientales, sociales y económicos beneficiosos para todos los interesados”, agregó.
¿El liderazgo de Estados Unidos?
La carta de los expertos de la ONU se conoció poco después de que tres legisladores estadounidenses le dijeran a su gobierno que la revisión de las garantías del Banco Mundial implica la “dilución de las protecciones existentes”.
En una carta al secretario del Tesoro, Jacob Lew, los legisladores señalaron que una evaluación realizada en noviembre por el Banco Asiático de Desarrollo había “presagiado” algunas de estas inquietudes. El trío reclamó la intervención de Estados Unidos, la principal fuente de fondos del Banco Mundial.
“El Departamento del Tesoro tiene buenos antecedentes en liderar coaliciones que piden a los bancos regionales y nacionales de desarrollo que apliquen garantías fuertes”, señala la carta.
“Esperamos que el Tesoro demuestre un liderazgo similar en este caso, para que las garantías del Banco Mundial sean al menos tan fuertes como las garantías más fuertes del Banco Asiático de Desarrollo y otras instituciones financieras multilaterales”, añadió.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga