Por Rafael Diaz
De la Fundación Expresión Libre
El 12 de Febrero de 1964, día en que los Beattles ofrecieron su primer concierto en New York City, los Turcos y Griegos comienzan una trifulca sobre Chipre que deja un saldo de 16 muertos, acontece una conversación que, a la luz de las declaraciones del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sirve para poner en relevancia la visión y capacidad estratégicas del entonces Comandante Fidel Castro.
Solo habían transcurrido tres años del fallido intento de la CIA en la Bahía de Cochinos, o “Bay of Pigs” en Abril del 1961 por derrocar al gobierno de izquierda de Fidel; la invasión, que tuvo origen en Guatemala fue abatida en tres días por las Fuerzas Armadas Cubanas, bajo la dirección directa del Presidente Castro. Igual de relevante es que no habían transcurrido aún dos años de la Crisis de Octubre o Karibskiy krizis, entre los EEUU y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por la presencia de misiles Rusos en Cuba.
Fidel envía un mensaje al Presidente Johnson a través de la reportera del periódico ABC News, Lisa Howard; el mensaje, según reporta el volumen XXXII de Foreign Relations of the United States, documento #240, consta de seis párrafos que resumimos a continuación.
1. Castro ofrece ayuda a Johnson en su campaña electoral del Noviembre venidero,
2. Le sugiere que utilice un mensaje belicoso durante la campaña, o que haga una escaramuza (con aprobación o conocimiento previo de Fidel) si lo considera necesario,
3. Comenta sobre continuar las conversaciones con el Embajador Attwood acerca de la normalización de las relaciones, detenidas por la muerte súbita de Kennedy,
4. Expresa su deseo de reparar las relaciones bajo un clima de respeto y entendimiento mutuo,
5. Aclara que la oferta no la hace por debilidad sino por fortaleza porque la Revolución, según dice, está fuerte…fortísima, y
6. Se apega a su voto de silencio, diciendo que nunca reveló ni revelará nada.
Medio siglo más tarde, el Presidente Obama, que en aquel entonces se deleitaba tal vez contemplando el vaivén de las olas Hawaianas, sin conocimiento de que en otros mares, se batían olas distintas, repite, tal vez sin saber, eso nunca se sabe, un mensaje con el mismo espíritu que el de su homólogo Fidel.
Citamos verbatim “I now believe the hostility between Cuba and the United States is both unnatural and innecessary” , dijo Fidel en 1964, y “Change is hard… but today we are making these changes because it is the right thing to do, today America chooses to cut loose the shakcles of the past so as to reach for a better future…” proclamó Obama ayer.
La decisión del Presidente Obama tendrá repercusiones geopolíticas que van más allá del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba. Potencialmente esta decisión puede paralizar cualquier avance del ALBA, puede revivir la OEA, dejaría sin fundamento la retórica del embargo, apagará la llama del amorío cubano-venezolano, y le abrirá las puertas al sinnúmero de mercados cautivos en Cuba como la energía, el turismo, la medicina o el transporte.
Fidel Castro mostró su calidad de líder visionario; estaba dispuesto a hacer compromisos políticos para mejorar el bienestar cubano, y quizás mostró su conocimiento profundo de las relaciones diplomáticas: mantener los Secretos de Estado secretos. Las renovadas relaciones bilaterales Cubano-Estadounidenses cambiarán varios mapas, y mientras dure la segunda luna de miel, las puertas se mantendrán cerradas a terceros.
El Presidente Obama ha tomado un paso histórico, secundado por Raúl Castro y el pueblo cubano que sufrió las consecuencias del “Containment” que no se detuvo en el Paralelo 38, y mostró el Darwinismo político del que aún no escapamos, ni escaparemos mientras siga la competencia por recursos naturales.
Creo que la revolución ha triunfado, y Fidel ha sido absuelto.