La valoración que hace el pueblo sobre el gobierno que preside el Presidente Danilo Medina es positiva. Al grado de que la gente percibe que 2014, ha sido un buen ano para el país y más todavía, entiende que 2015 será aun mejor. Desde hace mucho tiempo el pueblo dominicano carecía de una visión de futuro positiva. De modo que el optimismo en economía, en lo social, lo político, cultural, etc., forma parte del bienestar social de los pueblos y el gobierno que lo produce logra dividendos políticos importantes. Mas nadie debe llamarse a engaño> simplemente estamos ante el segundo gobierno de un líder pele deísta de los muchos que habrá de tener el pueblo dominicano.
Un punto negro es visible a simple vista en el gobierno de Medina y sobre el mismo habrá el Presidente Danilo Medina de fijar su atención en 2015, pues en 2014, no tiene logros a exhibir nos referimos al sector salud. Cierto no es una situación creada por Danilo sino que la misma es el producto de la negligencia de gobiernos anteriores los cuales no aplicaron en la forma prevista los mandatos de la ley 87/01 sobre seguridad social, por el contrario, la ignoraron en su esencia y fines. Una ley que, en principio, fue definida como la ley Pena Gómez, pretendiendo con ello magnificar su impacto social no ha sido defendida ni por el partido que la impulso ni por los presidentes a quienes les ha tocado impulsarla. Es como si unos y otros sintiesen vergüenza por haber puesto en manos del sector privado bancario y de una burocracia insensible un instrumento de tanta repercusión social como la educación o aun más que esta. De la misma han quedado excluidos aquellos que prestan ese servicio> médicos, enfermeras, y los enfermos, etc., pero han sido beneficiados representantes de la banca que manejan las ARS y el gobierno al tiempo que los hospitales públicos han quedado privatizados y los denominados seguros de salud individual y familiar son verdaderas estafas pues su cobertura es antojadiza y brutal contra los destinatarios de estas que son a la vez contribuyentes de dicho sistema.
Este tema da para mucho y es lógico suponer que en 2015 ocupara la agenda nacional pues es el mayor de nuestro males junto a la estafa que constituye la también privatización del sistema eléctrico. Es que se aplicaron en ambos sectores políticas neoliberales que ahora el tiempo ha demostrado que fueron incorrectas y que exigen cambios inmediatos si no se desea esperar a que el colapso sea su suerte o a que la población empleo métodos no institucionales para salir de la trampa o trama en que ha sido envuelto con fines puramente mercuriales.
No creemos que un pueblo enfermo por falta de un adecuado servicio de salud pueda ir adelante, el costo económico para la economía en ausencia y enfermedades catastróficas es muy elevado. Un gobierno realmente sensible no puede ignorar esta realidad. Nos consta /y así lo valora la sociedad/ que Danilo es un presidente con sensibilidad social y no permitirá que esta iniquidad siga prevaleciendo bajo su mandato. Un presidente que esta demostrando que cuatro anos son suficientes para hacer un buen gobierno no puede darse el lujo de ignorar esta situación sin pagar un alto precio por ello.
Si en su momento Leonel Fernández dijo que se debía crear riquezas para luego poder repartirla con equidad, en el sector salud ha llegado el momento de hacerlo y corresponde a otro presidente salido de las filas del PLD, hacerlo. No puede permitirse que la salud sea un negocio pues con ello no hacemos mas que meter al país en un callejón sin salida. La muerte de los niños del Robert Read no deben repetirse, pero tampoco se debe entender que han sido las únicas pues el cólera, la chikungunya y las enfermedades catastróficas como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, etc., prueban que el servicio de salud anda mangas por hombro mientras la banca aseguradora de riesgos de salud nada en dinero ajeno.
Cierto, con el cambio de mandos en el sector salud, el gobierno ha comenzado a reposicionarse pero recuérdese que al inicio del mandato de Danilo un subdirector de un centro de salud de San Francisco de Macorís previo el desastre al informar que sus hospitales carecían de los fondos necesarios para enfrentar los problemas allí existentes razón por la cual fue cancelado. Desde ese momento entendimos que el fracaso seria el signo del gobierno de Danilo al menos en el sector sanitario.
Tampoco debe olvidarse que la ley 87-01 habla de cobertura universal de salud, de seguro familiar de salud, etc., todo ello es letra muerta en la practica pero realidad jurídica que no puede ignorar el gobierno por mucho tiempo pues dicha norma legal esta avalada por la Constitución, es decir el derecho a la salud posee rango constitucional y un inicio de acciones judiciales por incumplimiento de la Constitución, proceso de amparos, etc., podrían poner al gobierno contra la espada y la para ante una población que esta habida de soluciones y harta de engaños. DLH/25/12/2014.