Por Nicholas Valdes*
La Habana (PL) El 2014 cierra como un año activo para la industria tecnológica, pues en este período se realizaron investigaciones para crear o diseñar desde dispositivos de uso doméstico hasta prototipos para el sector espacial.
Pero sin duda fue el campo de la robótica el que más noticias generó; esa industria marcó el paso de los avances tecnológicos en el año, reforzando así la opinión de que la relación máquina-ser humano es ya una realidad.
La Agencia Espacial Canadiense anunció en el mes de marzo que su robot espacial Dextre realizó un proceso de autoreparación en el exterior de la Estación Espacial Internacional (ISS), el primero jamás realizado hasta la fecha.
Dextre remplazó dos cámaras en su brazo robótico Canadarm2, el cual presta eficacia en la ejecución de misiones en el exterior de la ISS que, de otro modo, requerirían paseos espaciales de astronautas.
Las operaciones, incluida la preparación y sustitución de las cámaras, culminaron el 29 de mayo y se pudieron seguir en directo por la red social Twitter y el portal web Ustream.
En abril se conoció que científicos estadounidenses desarrollaron un enjambre de poderosas hormigas robots que podrían ayudar en la fabricación de productos a pequeña escala, ya sea con materiales de vidrio, metal o madera.
Esas creaciones, denominadas Microrobots por accionamiento magnético, pueden moverse a 35 centímetros por segundo y fueron diseñadas para construir dispositivos en pequeñas escalas, como estructuras de células artificiales o circuitos eléctricos.
Si bien los robots controlados magnéticamente no son nuevos, la capacidad de controlarlos de forma independiente fue el gran avance de esta última tecnología. Si antes aplicaban un campo magnético externo que afectaba de la misma manera a todos los sistemas en su interior, ahora ese problema quedó resuelto mediante el control de placas de circuitos.
La robótica también avanzó este 2014 vinculada a su acoplamiento con la anatomía humana; en ese sentido, especialistas igualmente estadounidenses divulgaron en junio pasado que desarrollan un par de brazos robóticos para que realicen tareas que físicamente son difíciles de terminar sin la ayuda de manos extras.
A diferencia de las prótesis artificiales, la nueva tecnología, denominada Supernumerary Robotic Limbs, se coloca en la espada como una mochila y solo se activa cuando se necesita ayuda en una tarea que con un par de manos humanas resulta insuficiente.
Gran parte de esa investigación fue patrocinada por la compañía Boeing, que busca la manera de que sus trabajadores no sufran lesiones al levantar objetos pesados o agacharse repetidamente.
En ese mismo mes, la empresa japonesa de telecomunicaciones SoftBank presentó por su parte el primer robot capaz de entender las emociones y con el cual se puede conversar como con cualquier humano.
El robot, nombrado Pepper, usa un motor emocional y un sistema de inteligencia artificial que analiza y almacena los gestos, expresiones faciales y tonos de la voz, lo que le permite comunicarse con los humanos como si fuera un amigo o familiar.
El director de Softbank, Son Masayoshi, dijo en rueda de prensa que la gente usa la palabra robot para calificar a personas que no tienen emociones, y por primera vez en la historia humana se presenta un proyecto que permite transformar esa percepción.
La empresa tiene previsto lanzar a la venta los Pepper en 2015 por un precio de 198 mil yen (mil 930 dólares); por el momento, los prototipos Pepper ya operan en dos tiendas de Softbank, divirtiendo a los clientes.
Un mes más tarde, la industria robótica estadounidense divulgo nuevamente sus avances, en esta ocasión vinculados al robot cuadrúpedo todoterreno LS3, conocido popularmente como "robots mula".
Un video publicado a mediados de julio mostraba como esa máquina ya asimilaba técnicas guerreristas mientras entrenaba de conjunto con marines del Ejército del país norteño.
El LS3 fue fabricado por la empresa de ingeniería y robótica Boston Dynamics, con la participación de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos.
De acuerdo con el sitio web Motherboard, el prototipo ya participa en ejercicios de campo con soldados de las Fuerzas Armadas, asistiendo en labores de transporte de carga.
Igualmente, una empresa tecnológica de Florida, Estados Unidos, logró en octubre que el proyecto robótico del Pentágono -Atlas- pueda caminar como las personas.
Atlas, considerado el robot más desarrollado del mundo, fue presentado por una agencia del Pentágono en julio de 2013; desde entonces sus desarrolladores han logrado modificarlo hasta hacerlo caminar como un ser humano.
Desde su presentación, el robot de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa impresionó a todo el mundo por la construcción antropomorfa de su cuerpo; sin embargo, el humanoide todavía parecía lento y torpe.
Sin embargo, los científicos pudieron actualizar el sistema operativo del robot, de tal manera que lograron hacerlo caminar como un humano, superar obstáculos y tener una coordinación excelente.
Atlas tiene una altura de 1,88 metros y 150 kilogramos de peso, sus creadores ya prometieron que no será la última actualización del humanoide. En ese mismo mes, científicos griegos desarrollaron por su lado un robot que puede nadar en el océano y transportar objetos.
Después de crear arañas de mar y medusas artificiales, en esta ocasión los científicos diseñaron el Octorobot, inspirado en otro animal marino, el pulpo.
El grupo de especialistas encabezado por Dimitris Tsakiris creó una máquina que no solo se parece al animal original, sino que comparte sus capacidades.
Octorobot, que ya se presentó en la Conferencia de Robots y Sistemas Inteligentes celebrada en la ciudad estadounidense de Chicago, tiene los tentáculos parcialmente membranosos y la cabeza más pequeña.
Mientras que el prototipo anterior, creado en 2013, avanzaba a 10 centímetros por segundo, la nueva versión recorre más de 18 centímetros en igual período de tiempo.
Solo queda esperar ver que depara el 2015 para la industria de la Robótica a nivel global; y aunque los logros alcanzados en los últimos 12 meses parecen difíciles de superar, los meses por venir serán los que den la última palabra.
vm/nvo
*Periodista de Prensa Latina