SANTIAGO.- Agentes policiales, acompañados de representantes del Ministerio Público en Mao, decomisaron este viernes una escopeta y una pistola, presumiéndose que con la primera de esas armas hirieron horas antes a un obrero, en esa localidad.
De los perdigonazos que impactaron a Ramón González, las autoridades acusan a Miguel Angel Brito, quien todavía este sábado se encontraba prófugo.
La escopeta marca Warning calibre 12 fue encontrada sobre una cuna, en una casa de la calle Manuel Reyes, del barrio María Auxiliadora, de Mao, donde reside el comerciante Adalberto Chávez Fernández, quien admitió que se la dio a guardar el electricista Brito.
Minutos después los uniformados y los fiscales adjuntos se presentaron a la casa marcada con el número 27, de la calle Casandra Damirón, en el sector Motocross, donde vive José Alberto Chávez Romero.
En el patio de la vivienda encontraron enterrada una pistola Browning 9 milímetros. Tanto Chávez Fernández como Chávez Romero son sindicados por testigos de las heridas que sufrió González como acompañantes de los propietarios de las armas decomisadas al momento de la agresión.
La Policía maeña informó que los dueños de las viviendas allanadas se encuentran detenidos, mientras se activa la persecución de los prófugos.