Por Javier Rodríguez*
Asunción, (PL) Tiene 28 años, es un indígena del pueblo ayoreo, pero también es el primer representante de esa comunidad boliviana que ejerce el cargo de embajador en el exterior, en este caso en Paraguay.
Rosendo Alpiri habla para Prensa Latina y lo hace con entusiasmo y convencido del carácter histórico de su reciente designación, así como el significado de la tarea a desarrollar en la nación suramericana donde residen ayoreos y guaraníes, ambas colectividades originarias del país mediterráneo.
Mi madre es del pueblo ayoreo y mi padre del guaraní, afirma con orgullo al referirse a las importantes luchas familiares en las cuales también participó por los derechos de esas comunidades ahora materializados por Evo Morales, el presidente del Estado Plurinacional boliviano.
Antes de hacer su entrada en el escenario diplomático para representar a su país Alpiri fue dirigente de las más importantes organizaciones indígenas en las llamadas tierras bajas de Bolivia, estudió saneamiento ambiental y ostenta un diplomado en derecho indígena y gestión territorial cursado en la Universidad Simón Bolívar, de Quito.
Todos los cargos desarrollados hasta llegar a Asunción lo vinculan a su pasión por la lucha a favor de los ayoreos en el oriente boliviano y como presidente de la Coordinadora de Pueblos Etnicos de Santa Cruz, la cual aglutina a los cinco pueblos indígenas que viven allí.
Como era lógico ese batallar lo llevó hasta conocer a Evo quien, con el apoyo de las 34 comunidades indígenas de las tierras bajas lo invitó a la honrosa representación de la nación del altiplano ante el gobierno paraguayo.
Yo lo considero otro paso en la larga historia del proceso de cambios en Bolivia donde los pueblos, durante muchos años, exigieron la inclusión, la defensa de sus territorios ancestrales y la dignidad negada en épocas anteriores, dijo.
Se congratuló de los éxitos alcanzados, con muchos territorios reconocidos jurídicamente, algo calificado justamente como una gran conquista.
Creo que estamos en un buen camino, se dieron pasos importantes en Bolivia no sólo en el desarrollo económico y social del movimiento indígena, sino en su participación política dentro de los espacios de toma de decisiones, apunto.
Para ello, además de la participación directa de representantes ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, existen siete circunscripciones donde votan los integrantes de los pueblos originarios para elegir su representación ante el Poder Legislativo, además de haberse creado por el presidente Morales, desde el 2008, el Fondo de Desarrollo para los Pueblos indígenas al cual se asignó un cinco por ciento del impuesto a los hidrocarburos, actualmente más de 300 millones de dólares, permitiendo ejecutar proyectos beneficiosos para la comunidad.
Alpiri destacó la creación de tres universidades indígenas en las cuales se cursan carreras como ingeniería de petróleo, piscicultura, forestal y otras, todas importantes para el desarrollo educacional y cultural.
Podríamos seguir hablando mucho más de los logros en Bolivia, pero es evidente que se impone conversar sobre la inédita tarea ahora emprendida por Alpiri como el más joven embajador existente en el cuerpo diplomático acreditado en Paraguay.
Se han roto barreras para poder ejercer también estos espacios diplomáticos y representar ya no sólo a los pueblos indígenas, sino a nuestro Estado Plurinacional y existe la voluntad política de Paraguay y Bolivia por relaciones como países hermanos, fronterizos, apuntó.
Recordó la existencia de los pueblos ayoreo y guaraní en territorio paraguayo con los cuales se mantienen contactos culturales e intercambios de experiencias, algo mostrado especialmente durante la celebración del cuarto encuentro binacional ayoreo, efectuado en la ciudad de Santa Cruz.
Destacó el batallar actual en la defensa de los bosques, de la Madre Tierra, propuesta ya plasmada a nivel mundial y en la integración de los pueblos indígenas, amazónicos y suramericanos.
El novel embajador ya cumplimentó una invitación de la organización representante de los pueblos ayoreos en Paraguay y visitó algunas de sus comunidades y acogió con interés una petición de que la embajada apoye un encuentro deportivo y otras actividades culturales.
La entrevista va a terminar y Alpiri sonríe al definir lo que, según su criterio, representa Evo Morales para los pueblos indígenas:
Evo es el nacimiento de la lucha del movimiento indígena de Bolivia, es la plurinacionalidad y la pluricultura que tenemos, representa a los pueblos indígenas de todo el mundo, es nuestro portavoz nunca antes tenido para hacer escuchar las voces de quienes no eran escuchados, Evo representa la revolución democrática y cultural vivida por los pueblos, concluyó.
*Corresponsal de Prensa Latina en Paraguay
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