El significativo crecimiento del turismo es probablemente la mejor noticia económica de la República Dominicana en el año 2014. El aumento de la llegada de turistas durante los últimos doce meses, por lo menos duplica el crecimiento del 2013 y supera por buen margen el promedio de toda la región del Caribe.
Estos resultados confirman que ha sido correcta la decisión del presidente Danilo Medina de asumir el turismo como eje central de la estrategia de desarrollo económico del país y de asignar un mayor presupuesto al Ministerio de Turismo, entidad que se mantuvo operando prácticamente con el mismo presupuesto desde el 2005 hasta el 2012, afectando sensiblemente la capacidad operativa y los programas de promoción del producto turístico dominicano.
Al ministro de Turismo, Francisco Javier García, hay que reconocer, que aunque en los últimos meses ha estado envuelto en una activa campaña por la candidatura presidencial de su partido, ha logrado mantener un elevado nivel técnico y profesional en el manejo de las funciones estratégicas de la cartera, especialmente en las áreas de promoción, publicidad y en el importante papel de las oficinas de turismo en los principales destinos emisores de América del Norte, América del Sur y Europa.
Entre las novedades que ha incorporado Francisco Javier al portafolio de promoción y proyección del turismo dominicano está el original servicio de información digital Access DR, que circula semanalmente en 9 idiomas entre operadores, profesionales y actores importantes del turismo en más 20 grandes destinos emisores, desde Estados Unidos, Cánada y Brasil, hasta Alemania, Rusia, Taiwán y China Continental.
Los temas críticos del turismo
Pero a pesar de los buenos números que muestra la actividad turística, sobre todo en la privilegiada zona de Punta Cana, donde en los últimos años se ha concentrado el grueso de la llegada de visitantes, el Gobierno y el Ministerio de Turismo deberán mejorar la atención a ciertos temas críticos que han venido afectando otras importantes comunidades turísticas, o con reconocido potencial para el desarrollo de esta actividad, que prácticamente se han mantenido al margen de este notable repunte de la industria.
Siendo la República Dominicana un destino turístico completo, haría muy bien el Gobierno en definir una agenda de prioridades para fortalecer la oferta turística nacional, poniendo atención especial a los casos de Puerto Plata, Samaná, Pedernales-Barahona, Santiago, Santo Domingo y Boca Chica, donde se deben concentrar esfuerzos para mejorar, planificar y especializar algunas inversiones e iniciativas estratégicas.
Puerto Plata, por ejemplo, no ha logrado mejorar razonablemente su cuota de participación en el favorable contexto que muestra el turismo dominicano, pero está muy cerca de iniciar las operaciones de la moderna terminal de cruceros en Puerto Plata, y la comunidad turística se ha puesto de acuerdo para identificar una agenda de prioridades orientada a mejorar la competitividad y sostenibilidad de ese destino.
Los temas principales de Puerto Plata incluyen la rehabilitación de las carreteras, el alto costo del servicio eléctrico, el ordenamiento y manejo de las playas, y la construcción de un centro de convenciones para competir en este importante nicho del mercado turístico.
Este esfuerzo de Puerto Plata y la Costa Norte para adecuarse, planificar, mejorar, prevenir y corregir los vicios que provocaron los tropezones del pasado, debe contar no solo con el apoyo del Ministerio de Turismo, sino de todas las instancias públicas concernidas, tal como se proclamó en la V Cumbre Prensa y Turismo, organizada por la Asociación Dominicana de Presan y Turismo (ADOMPRETUR) en Puerto Plata.
Sobre Samaná, donde se han realizado notables inversiones en obras de infraestructura vial, aeroportuaria y de otros servicios, el Gobierno tiene que animarse a levantar el cerco interno que representan las obscenas y discriminatorias tarifas de peaje que se han establecido en las carreteras Las Américas-Rincón de Molenillo y El Catey-Las Terrenas, que han tenido el efecto real de distanciar esa zona del resto del país.
En cuanto a Pedernales y Barahona, principales enclaves del Cuarto Polo Turístico del país, solo recordarle al presidente Medina sus promesas de campaña de incorporar esa zona a su declarada meta de diez millones de turistas en diez años, y al Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, las declaraciones que ofreció tan pronto se conoció la más reciente decisión judicial sobre Bahía de Las Aguilas: “Ha llegado la hora del Sur, muy pronto tendremos excelentes noticias para el desarrollo de Bahía de Las Águilas”. Seguimos esperando esas buenas noticias.
En el caso de Santiago, donde su liderazgo fundamental ha asumido el compromiso de apoyar el lanzamiento turístico de la provincia, lo esencial es que el Gobierno acompañe esa voluntad colectiva para agilizar los planes de desarrollo y adecuación de la industria en esa demarcación.
En Santo Domingo se están haciendo cosas interesantes para mejorar la oferta turística, sobre todo a través del plan de adecuación de la Ciudad Colonial, pero se puede hacer mucho más si se logra articular un esfuerzo parecido al de Santiago para trabajar “como los pavos” en aspectos de ordenamiento, seguridad pública, medio ambiente y la prestación de servicios tal elementales como el tránsito y el aseo urbano.
En el caso de Boca Chica, primer gran destino turístico del país y principal atractivo de sol y playa del Gran Santo Domingo, hay que esperar que en este año se acelere el plan de rescate iniciado hace algún tiempo por el ministro Francisco Javier García y que simultáneamente todos los actores del turismo en esa comunidad, entiéndase Ministerio, Alcaldía, sector privado y comunidad, se pongan de acuerdo para poner en marcha un plan estratégico de mejoramiento integral y relanzamiento de ese destino. (2 de enero 2015)