Santo Domingo, 10 ene (PL) Con júbilo la población capitalina recibió hoy al expitcher profesional dominicano de Grandes Ligas, Pedro Martínez, quien el pasado martes ingresó en el Salón de la Fama neoyorquino de Cooperstown.
El lanzador dominicano fue seleccionado por haber participado en 18 temporadas de Grandes Ligas, siete de ellas con los Medias Rojas de Boston (1997-2004), obtener tres premios Cy Young, ser nombrado Jugador Más Valioso en 1999 y haber contribuido en el triunfo de su equipo en la Serie Mundial de 2004, se informó.
Acudieron a recibirlo el ministro de Turismo, Francisco Javier García, el titular de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, y Luis Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano, entre otras personalidades y cientos de personas que se concentraron en el capitalino Aeropuerto Internacional de las Américas.
En declaraciones a la prensa, Martínez dijo que no quiere que sus compatriotas vean el premio como algo personal, sino como un estímulo al camino recorrido como atleta "desde Manoguayabo (localidad de donde es oriundo) hasta donde he llegado".
Es algo que humildemente quiero compartir con todo el pueblo dominicano, dijo y lo dedicó además a todo el que sintió respeto por su carrera deportiva y añadió: "Me siento en paz y hpy puedo decirle al pueblo dominicano: misión cumplida".
Aseguró que nadie en las Grandes Ligas pudo corromperlo pues no escogió un camino sucio en una época caracterizada por el uso de los esteroides.
Dijo que para él siempre pesaron más los valores familiares y la educación inculcada por sus humildes padres, que el dinero, y hoy sus hijos pueden enorgullecerse de él y mantener la cabeza en alto.
Espero que los demás peloteros dominicanos sigan mi ejemplo, como yo me guié por el de Juan Marichal para lograr el ingreso al Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas, manifestó.
A ritmo del merengue "Dominicano soy", de Fernando Villalona, el ahora "inmortal", aclamado como "Pedro el Grande" por la multitud en el aeropuerto, se ubicó a la cabeza de una caravana y respondió emocionado al saludo de miles de personas ubicadas en diferentes puntos de su recorrido desde el aeropuerto hasta el parque Eugenio María de Hostos, en el Malecón.
Allí se montó una gran tarima para recibirlo con varias orquestas y de ahí la caravana siguió hacia Manoguayabo, a donde lo esperan con una gran fiesta merenguera.
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