Médicos haciendo cirugías innecesarias, de corazón abierto, del cerebro, estómago, colon, etc., para obtener beneficios económicos; indicación de fármacos que el paciente (cliente) no requiere, pero los laboratorios pagan por esa razón.
La industria farmacológica es uno de los principales enemigos de la salud humana. La ciencia médica no es neutral, ni está al margen del negocio de la salud. La ética ocupa un lugar sombrío al igual que el juramento hipocrático de los galenos.
Abogados estafando clientes, colocados al lado de las injusticias, patrocinando crímenes y delitos, defendiendo narcotraficantes, asesinos, secuestradores, violadores y corruptos alegando que todos, no importa cuán canallas sean, ni cuántos hayan matado o violado, tienen derecho a una defensa.
Jueces cobardes y corruptos, vendiendo sentencias, condenando inocentes mientras protegen a los grandes capos de la droga y el crimen organizado, al igual que a los prevaricadores y depredadores de los recursos del pueblo.
Generales socios, y por lo tanto beneficiarios, del narcotráfico, el contrabando y la corrupción. (Por un lado incautan y matan por la droga que luego venden a los narcotraficantes del país, de Estados Unidos y de Europa).
Políticos de todos los partidos robándose el país cada vez que llegan al poder, repartiéndoselo como un botín de guerra cada cuatro años.
Periodistas, comunicadores y hasta algunos dueños de medios de comunicación al servicio del mejor y del peor postor, extorsionando y chantajeando; guardando silencio cuando deben hablar claro y fuerte, o distorsionando los hechos para favorecer a sus patrocinadores del gobierno y del bajo mundo.
Empresarios evadiendo el fisco, contrabandeando, corrompidos y corrompiendo.
Profesores y estudiantes vinculados en ocasiones al fraude durante las pruebas nacionales con la anuencia de los padres.
Religiosos de todas las religiones predicando moral en calzoncillos, dándose golpes en el pecho y pidiendo un perdón que no merecen porque niegan al dios que proclaman con sus mentiras y sus falsedades.
Plagios vulgares de tesis de grado, falsificación de títulos universitarios de personalidades poderosas en la política y la economía, sin sanción alguna.
Viajes ilegales organizados por quienes deben evitarlos; tráfico de haitianos patrocinados por militares, empresarios de la construcción, el turismo y las plantaciones agrícolas.
Congresistas promoviendo y recibiendo privilegios y prebendas inimaginables por aprobar préstamos y proyectos de leyes abominables que perjudican al pueblo y al país.
Tránsfugas en todos los partidos políticos como corruptos “patológicos” en todo el Estado gracias al borrón y cuenta nueva de la impunidad institucionalizada.
Más Leyes que en cualquier otra parte del mundo, pero nadie las hace cumplir porque en el desorden y el irrespeto es que aumenta la corrupción, el tráfico de influencias y demás males sociales.
Los valores del éxitos vinculados a la política, el vicio, la corrupción, la prostitución, el músculo, el odio y el crimen, cuando deberían estar relacionados con el trabajo, el estudio, la ciencia, la honestidad, el talento y el amor.
En nuestra sociedad triunfan los malos, no los buenos; el ladrón, el incapaz, el mediocre, no el serio, el inteligente, el íntegro. Un hombre honesto es un problema en el Estado. Una mujer honesta también.
El daño mayor que le han hecho los partidos y los gobiernos a la sociedad dominicana, sobre todo el PLD y Leonel Fernández –lo repito por enésima vez- ha sido moral. Leonel lo corrompió todo. Revertir la inmoralidad, que ya es una poderosa institución, requiere de mucho esfuerzo, recursos y tiempo. Yo diría que es imprescindible una revolución educativa y cultural que no solo implique libros de textos ni profesores calificados. Es más que eso. Nuestra sociedad no resiste más parchos. Requiere de cambios estructurales profundos y verdaderos.
(Singapur es un buen ejemplo a seguir)