Lima, 12 ene (PL) Una controversia quedó aclarada hoy en Perú, en torno a la obra teatral más destacada de 2014, investigada como posible delito de apología del terrorismo, pese a que el gobierno reconoció su carácter artístico.
El ministro del Interior Daniel Urresti calificó de escabrosa, macabra y oscura, por tratar de la preparación del cadáver de una joven para ser violado por militares el drama La cautiva, de Luis Alberto León, "pero es una obra de arte".
Defendió, sin embargo, el derecho a investigar lo que quiera para impedir el "renacer" de Sendero Luminoso, grupo armado que operó hasta hace dos décadas y del que quedan solo una fracción remanente y un grupo que busca sin éxito participar en elecciones.
Añadió que la policía solo investiga, sin juzgar ni acusar, lo que compete al ministerio público y el poder judicial y confirmó la pesquisa en torno a la obra, bajo sospecha de apología del terrorismo, un delito según el Código Penal.
Un programa de televisión reveló que un alto oficial de policía asistió en noviembre a la obra, la grabó en su teléfono móvil y llegó a la conclusión de que contiene lo que considera una sobrecarga de mensajes ocultos.
El espacio citó un informe policial que sostiene que La cautiva tiene "partes en las que se deja entrever poderes, opresión y explotación, muy bien estructurados y subliminalmente introducidos".
Entre los señalamientos del informe a la obra teatral, resalta "la descripción de violación sistemática de derechos humanos por las fuerzas del orden" y sostiene que se trata de "apologia al terrorismo, resaltando sus fines, efectuando cánticos y vivas al partido de Sendero".
El procurador antiterrorismo, Julio Galindo, confirmó que investiga el caso en forma reservada y un exjuez encargado de casos de alzados, Marcos Ibazeta, conocido por posiciones duras, admitió que en La cautiva no hay apología del terrorismo.
Por su parte, el autor de la obra lamentó que mucha gente confunda la pieza cultural "como si fuera un documental" y remarcó que se trata de una obra de ficción.
Dijo que acepta la investigación y solo pide que la misma haga un análisis serio del texto de la obra.
El mes pasado el ministro Urresti irrumpió en una exposición de lienzos pintados por presos y exreclusos senderistas y la denunció como apología del terrorismo, lo cual fue rechazado por destacados juristas y artistas plásticos.
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