Lo cierto es que Obama, apoyado en la recuperación del empleo y otros indicadores económicos, llamó a sus adversarios a "pasar la página" y apeló a la "decencia"…
Washington, 22 ene (PL) La cúpula del Partido Republicano trata hoy de contratacar desde el Congreso luego del propositivo discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado por el presidente Barack Obama.
Desde la víspera los legisladores de oposición comenzaron a moverse para responder a las iniciativas planteadas por Obama en materias como política exterior, migración y economía.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, invitó este miércoles al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a hablar el 11 de febrero próximo ante el Congreso de Estados Unidos sobre Irán y la situación en Medio Oriente.
Tal paso de Boehner fue dado apenas unas horas después de que el jefe de la casa Blanca advirtiera en su informe anual que vetaría cualquier propuesta legislativa de sanciones contra Irán, pues ello pudiera comprometer las negociaciones en torno al programa nuclear de esa nación.
Boehner dijo que Obama "espera que (los republicanos) nos quedemos de brazos cruzados y no hagamos nada mientras él hace un mal trato con Irán", y advirtió: "No vamos a hacer tal cosa".
Aseveró que "es necesario (…) una conversación más seria en Estados Unidos acerca de la gravedad de la amenaza de yihadistas islámicos radicales y la amenaza que representa Irán".
Al respecto, el secretario de prensa de la Presidencia, Josh Earnest, señaló que la administración se reserva su juicio hasta tener oportunidad de hablar con los israelíes sobre sus planes para el viaje y sobre lo que planean decir.
Igualmente la víspera, Boehner opinó que todo lo que propuso Obama en su discurso fueron "más impuestos, más gobierno, más del mismo enfoque que ha fallado a la clase media durante décadas".
Lo cierto es que Obama, apoyado en la recuperación del empleo y otros indicadores económicos, llamó a sus adversarios a "pasar la página" y apeló a la "decencia" para llevar adelante iniciativas como la gratuidad de colegios comunitarios -en los dos primeros años-, mejorar el crédito para educación y cuidado de los niños, y elevar impuestos a los más ricos.
Asimismo ratificó sus recientes jugadas unilaterales en temas como migración (amnistía legal a casi cinco millones de indocumentados) y política exterior (proceso de restablecimiento de relaciones con Cuba, conversaciones sobre cambio climático con China y sobre el programa nuclear con Irán).
Congresistas republicanos presionaron a su liderazgo en el Senado para enfrentar más decididamente las medidas ejecutivas en el tema migratorio, y algunos, como Marco Rubio, cuestionaron el hecho de que no fueron consultados los legisladores antes de decretar el inicio del acercamiento con La Habana.
Los miembros del partido rojo ya han abierto varios frentes en el Legislativo -migración, el proyecto para el oleducto Keystone XL, cambios en el programa de salud ObamaCare- contra la Casa Blanca y en cada caso se ha prometido el veto del Despacho Oval.
Por lo pronto, el vicepresidente, Joe Biden, se reunió en privado con 17 senadores republicanos en busca de terreno común en cuestiones de infraestructura y reforma fiscal.
"Lo que tenemos que hacer es mantener la atención en la clase media. Yo creo que la mayoría del Partido Republicano sigue creyendo en la idea de que tenemos que tener las personas mejor capacitadas en el mundo para atraer a las empresas y la mejor infraestructura", sostuvo Biden.