Luis Abinader, es el candidato de la esperanza nacional, el abre la puerta hacia el inexorable y dialéctico cambio político generacional.
Dr. Willians De Jesús Salvador
Luis Abinader, es el candidato presidencial ideal para unificar y compactar toda la oposición política Dominicana. Estamos conscientes que hay adversidades a vencer, unificar el colectivo opositor desde siempre ha sido un objetivo difícil de lograr, pero la urgencia del cambio crea el gradiente positivo para unir las voluntades políticas dispersas en el espectro nacional.
Luis Abinader, es el candidato de la esperanza nacional, el abre la puerta hacia el inexorable y dialéctico cambio político generacional. Estamos conscientes del temor de las sectores más conservadores de la sociedad al transfer de una generación de líderes hacia las nuevas generaciones, aunque en República Dominicana se vive una etapa de transición porque después de los liderazgos que se convirtieron en iconos de Balaguer, Bosch y Peña, las poltronas de los diferentes sectores políticos nacionales, la derecha, Centro Izquierda y la Izquierda, están vacantes.
Luis Abinader, ha expresado su compromiso con el medio ambiente, tiene la voluntad y disposición de aplicar políticas de justicia social, con la finalidad de restablecer el necesario equilibrio de los diferentes sectores de clase, su visión para insertar el país en la era tecnológica, cambiar el modelo de producción y el modelo económico el cual está fundamentado en la producción de bienes y servicios, y una carrera alocada de préstamos y bonos, lo cuales han producido un crecimiento de la economía que no se traduce en el bienestar colectivo, no hay redistribución equitativa de la riqueza, en definitiva hay equilibrio macroeconómico, pero la microeconomía no se beneficia de esos impulsos financieros. Alguien dijo, el pueblo no come números, no se alimenta de macroeconomía, sino de una canasta familiar que triplica el sueldo base de la clase trabajadora.
Luis Abinader, su figura inmaculada y pulcra, no tiene compromisos con el pasado, con ese antro de cobras amaestradas que medran en círculos políticos de vocación corruptas, su visión ética sobre la administración del Estado y su compromiso irrenunciable con auspiciar el inicio del Estado de Bienestar, que se caracterice por el crecimiento armonioso de todos los sectores nacionales, mejorar la calidad de vida de los dominicanos, garantizando educación de calidad desde la primaria hasta la educación superior, privilegiar la investigación científica, crear fuentes de empleos y disminuir la tasa de desempleos y Sub empleos, políticas modernas que garanticen la seguridad ciudadana, y centrarnos en el estudio de las causas sociológicas de la delincuencia juvenil, violencia de géneros, para producir las políticas y acciones de Estado, para disminuir al máximo sus actuales alarmantes niveles.
Luis Abinader, cuando tuve el honor de hablar y escucharle en mi residencia, donde se dieron cita prestigiosos galenos como el Dr. Lora Pereyó y un equipo de médicos jóvenes encabezados por el Algeris Jerez, y mis empresarios amigos, nos dijo con gran precisión y conocimientos de causas, que las reformas sanitarias realizadas en la postrimerías del siglo pasado, se han agotado y hay que producir una nueva ola de reformas, en la que se produzca un justo equilibrio de la seguridad social, armonizar las ARS y las Sociedades Médicas, Clínicas, Hospitales, para que esto se traduzca en una mejoría del servicio, ampliación de coberturas y que no existan patologías médicas (enfermedades catastróficas), sin cubrir en el catálogo de servicios sanitarios a nivel nacional, y sobre este particular el Estado Dominicano debe ser el catalizador de esta nueva ola de reforma de la seguridad social.
Mis queridos amigos y compañeros que me preguntan porque estoy con Luis Abinader, debo confesar que su visión y compromiso generacional, son las razones por las cuales he decido acompañarle en esta cruzada patriótica por el cambio.
Luis es la garantía del cambio real y transparente, la sociedad dominicana no merece el castigo histórico de regresar al pasado, avancemos al ritmo del movimiento global.