La condena a la decapitación de un periodista japonés y la manera como este hecho ha sido presentado por activistas del Estado Islámico, genera la repulsa internacional, entre ellos del mandatario estadounidense Barack Obama.
El gobernante que está de visita en la India condenó el asesinato del japonés Haruna Yukama, cuya cabeza fotografiada tuvo que mostrar en un video su compañero cautivo kenji Goto.
Los islamistas reclamaban un rescate de $200 millones de dólares para liberar a los dos rehenes, a lo que el gobierno de Japón se negó, atendiendo a directrices internacionales de no negociar con secuestradores.