SANTIAGO.- La Policía Nacional y el Ministerio Público tienen dudas de que el joven José Antonio Martínez fuera víctima de un secuestro hace dos días y dejado en libertad ayer, por lo que a media mañana de este jueves lo interrogaban.
Las averiguaciones se realizaron en las oficinas del coronel Pedro Matos Pérez, director regional de la Dirección de Investigaciones Criminales del cuerpo del orden, en la que participó, también, el fiscal adjunto Manuel Mena.
La tarde del pasado martes, varias horas después de salir de su residencia, la número 89 de la calle Gregoria Reyes, en Pueblo Nuevo, los parientes de Martínez recibieron una llamada, a través de la cual le informaban que había sido secuestrado y que sería liberado si pagaban 50 mil pesos.
Se supo que, al momento del alegado rapto, él llevaba consigo 60 mil pesos en efectivo, que sería utilizado en el canje de cheques, labor en la que ayuda a su padre en la Alcaldía de esta ciudad.
Tras varias horas de búsqueda por parte de las autoridades policiales en distintos lugares de Moca, a medio día de ayer fue localizado en la comunidad Pontezuela, de aquí, siendo llevado de inmediato a una clínica local, donde fue examinado físicamente y dado de alta dos horas después.
Luego, forenses del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) lo chequearon y determinaron que no tiene signos de violencia, contrario a lo dicho por él en una de las llamadas que hizo mientras alegadamente estuvo en cautiverio.
Esa contradicción se suma al hecho de que las autoridades comprobaron que las llamadas para el pago del rescate que se recibieron en su casa no fueron hechas desde Moca, sino desde una zona del centro de esta ciudad.
También ha llamado la atención de los investigadores el hecho de que tradicionalmente cuando se pide un rescate por algún secuestrado nunca se aumentan las sumas de dinero originalmente reclamados como ocurrió en este caso, cuando se pidieron 50 mil pesos y terminaron reclamando 400 mil.