SANTIAGO.- El semanario Camino mostró su alarma y asombro por la denuncia que hizo recientemente la directora de la Oficina de Protección de los Derechos del Consumidor (Proconsumidor) en el sentido de que en el país existen carteles que especulan con los precios de los artículos de primera necesidad.
Como consecuencia de lo afirmado por Altagracia Paulino, incumbente de dicha institución, el vocero escrito del Arzobispado de esta ciudad reclama al gobierno poner atención a dicha aseveración.
El planteamiento aparecerá en la edición de este domingo del periódico especializado en asuntos religiosos y que, con el título de “Una denuncia grave”, se refiere a lo expresado por Paulino.
Dice que noticias como esa cada día están robando la capacidad de asombro de la ciudadanía, por lo que se está perdiendo la resistencia ante lo inesperado.
“La denuncia hecha por la directora de la Oficina de Protección de los Derechos del Consumidor (Proconsumidor), licenciada Altagracia Paulino, merece una respuesta urgente que vaya en beneficio de la familia dominicana”, considera.
Camino dice no entender cómo es posible que algunos productos de consumo diario lleguen a la población con un aumento siete veces mayor a como deben venderse, así como que a diario se esté especulando con los medicamentos, llevándolos a precios prohibitivos para las personas enfermas, lo que califica como “un crimen”.
Por eso, estima que ya es hora de pasar de la denuncia a la acción inmediata por parte de las autoridades “porque la población se encuentra huérfana frente a los mercaderes del dolor”.
“Hay que ponerle coto a este desenfreno de malos dominicanos que sólo piensan en sus intereses, haciendo de las leyes simples letras muertas”, aconseja el semanario Camino.
Tras ratificar su criterio de que hace falta que los gobernantes cumplan con su responsabilidad, recuerda que fueron electos “para cumplir y hacer cumplir las leyes y no para denunciar los males que padecemos como si fueran simples espectadores, ajenos a la realidad que padecemos y su misión es resolver”.
“Y a los que están jugando con la salud y la paciencia de nuestra gente les decimos que están transitando por un camino equivocado y peligroso y que la riqueza mal adquirida es como construir castillos en la arena, además, es dejarle una herencia envenenada a sus descendientes”, concluye.