Luis Polonia tiene siete anillos de campeón en estos clásicos. Ganó con los Leones del Escogido en 1988, con los Tigres del Licey en 1999 y con las Aguilas Cibaeñas en 1997, 1998, 2001, 2003 y 2007. En lo que respecta a sus cotas, destaca su liderato en juegos (77) y hits (90).
Por Adrián Mengana Martínez
[email protected]
La Habana (PL).- La afición beisbolera mundial enfocará sus miradas a la Serie del Caribe, del 2 al 8 de febrero, un certamen con más de 50 años de historia marcado por proezas individuales que contribuyeron a glorificarla.
El primer juego del clásico regional se realizó el domingo 20 de febrero de 1949, en el Estadio del Cerro, hoy conocido como Estadio Latinoamericano de La Habana, entre el Spur Cola panameño y los Indios de Mayagüez puertorriqueños, con triunfo de los istmeños 13-9 y el hit inicial lo conectó el estadounidense Leon Treadway por los ganadores.
En el segundo encuentro, los Alacranes de Almendares de Cuba apabullaron 16-1 al Cervecería Caracas de Venezuela. La única anotación venezolana la produjo Dalmiro Finol con el primer jonrón de estos certámenes ante los envíos del cubano Conrado Marrero.
La escuadra almendarista conquistó esa justa de manera invicta con seis victorias y el lanzador del conjunto campeón, el cubano Agapito Mayor, fue premiado como el Más Valioso, al obtener tres victorias, récord aún vigente.
En los torneos celebrados de 1949 a 1960, primera etapa del certamen, también sobresalen el astronómico promedio de 619 del cubano Lorenzo "Chiquitín" Cabrera, de los Leones de La Habana, para ganar el campeonato de bateo de 1951 en la capital venezolana y el juego sin hits ni carreras del estadounidense Tommy Fine (Habana) frente a Cervecería de Caracas en 1952, en Panamá.
También son hechos destacados, los cuatro cuadrangulares del estadounidense Willard Brown, con los Cangrejeros de Santurce de Puerto Rico, en La Habana en 1953; y el memorable jonrón del norteamericano Willie Mays (Santurce) en la undécima entrada para darle el triunfo al conjunto boricua, después de haber fallado en sus 12 primeros torneos durante la Serie de 1955 en Caracas.
Además, los 17 ponches del boricua Juan "Terín" Pizarro (Caguas de Puerto Rico) frente al Carta Vieja de Panamá en 1958 en San Juan.
En su segundo momento, de 1970 a la actualidad otros hechos memorables marcaron a las Series del Caribe. En 1971, el jugador-manager de los Tigres del Licey de la República Dominicana, Manuel Mota, ganó la lid de manera invicta, pero también fue elegido el jardinero central del equipo Todos Estrellas, y encabezó los apartados de bateo y triples, y obtuvo la distinción al Jugador Más Valioso.
El dominicano Rico Carty, jugando para los Tigres del Licey, conectó cinco cuadrangulares en 1977 para romper la marca de cuatro que tenía el norteamericano Willard Brown, de los Cangrejeros de Santurce, desde 1953.
El 5 de febrero de 1987 en Hermosillo, México, los Criollos de Caguas implantaron récord de jonrones en un juego de Series del Caribe, con ocho, pero aún así perdieron el desafío ante las Aguilas Cibaeñas de Dominicana por 13-14.
Cuatro años después, los Potros de Tijuana de México blanquearon a los Cardenales de Lara de Venezuela a pesar de haberles permitido 10 hits.
El 6 de febrero de 1995, el puertorriqueño Roberto Alomar, de los Senadores de San Juan, Puerto Rico, bateó cinco hits ante los Azucareros de la República Dominicana, y al día siguiente ligó dos más en sus primeros turnos al bate para acumular siete de forma consecutiva, un primado roto por el mexicano Edgar González, de los Venados de Mazatlán de su país, en 2006 con ocho.
La final del 2013, ganada por los Yaquis de Obregón (México) 4-3 sobre los Leones del Escogido (República Dominicana) empató el récord de 18 innings para la justa. También se jugaron 18 episodios el 2 de febrero del 2007 en un partido entre los Tigres de Aragua (Venezuela) y las Aguilas Cibaeñas (República Dominicana).
Ese partido representó una nueva marca de duración, con siete horas y 29 minutos. El anterior pertenecía a un compromiso entre Aragua-Aguilas de 2007 en Carolina, Puerto Rico. Además el receptor del equipo mexicano José Félix igualó la cantidad del dominicano Alberto Castillo por las Aguilas en el 2007 en el citado compromiso frente a los Tigres.
En la coronación de México se utilizaron entre ambos equipos 21 lanzadores para empatar el primado del 2 de febrero del 2011, en Puerto Rico, entre los mismos Yaquis y los Toros del Este (República Dominicana).
De manera particular, los dominicanos han dejado una huella imborrable en lo relativo a sus grandes actuaciones en el denominado Clásico caribeño, tanto desde el punto de vista ofensivo como en lo que respecta al pitcheo.
Cuando de récords se trata, el nombre de Luis Polonia emerge en grado superlativo. La "Hormiga Atómica", quien participó en 14 Series del Caribe, actual primado para jugadores de ofensiva.
Polonia tiene siete anillos de campeón en estos clásicos. Ganó con los Leones del Escogido en 1988, con los Tigres del Licey en 1999 y con las Aguilas Cibaeñas en 1997, 1998, 2001, 2003 y 2007. En lo que respecta a sus cotas, destaca su liderato en juegos (77) y hits (90).
Otros con actuaciones descollantes por la nación antillana son Miguel Tejada, Tony Batista, Neifi Pérez, Gerónimo Berroa y Miguel Diloné, entre otros.
Tejada intervino 11 veces en estos clásicos, incluidas nueve apariciones consecutivas (2000-2008) y ostenta las marcas de más cuadrangulares de por vida con 15, más dobles (18), carreras anotadas (54) y producidas (46).
Por su parte, Batista posee la marca de empujadas en una serie con 13, establecida en México en 1997, y comparte con Pérez la plusmarca de dobles en una Serie del Caribe con seis en 1998 y tiene en su haber dos premios al Jugador Más Valioso (1998 y 1999), al igual que Berroa (1990 y 1991).
Pérez estableció también la cota de más partidos consecutivos bateando por terreno de nadie con 15 y de anotadas en una serie con 10 en 1998. Asimismo, se destaca la cota de más bases robadas de Diloné con 12.
cw/am