En la madrugada de este miércoles Jordania se vengó la muerte de su piloto, quemado vivo dentro de una jaula, ahorcando a dos milicianos miembros del Estado Islámico. El piloto fue capturado por el grupo Estado islámico cuando su avión cayó durante un bombardeo en Siria.
Los ahorcados fueron la terrorista iraquí Sajida al-Rishawi, que estaba supuesta a ser canjeada por el piloto Muath al-Kaseasbeh, quien estaba sentenciada a muerte por su participación en un ataque suicida en Amán, en 2005. El otro ejecutado es Ziad al-Karbouly, también de nacionalidad iraquí, que estaba relacionado con al-Qaeda.
Jordania había mostrado disposición para entregar a Al-Rishawi, pero exigía antes prueba de vida del piloto, algo que nunca sucedió. Un video divulgado el martes muestra al piloto encerrado en una jaula y luego un militante prendiendo fuego a un camino de gasolina que viaja hasta la jaula y lo quema vivo.
El ejército jordano cree que la ejecución del piloto tuvo lugar el 3 de enero, sugiriendo que las autoridades del país sabían que cualquier intento de canje habría sido en vano.