Por: Misael Pérez Montero.
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Tras un previo análisis sobre la inmigración en República dominicana; llego a la conclusión de que el verdadero obstáculo sobre la regulación de los derechos de estos, llámense haitianos, chinos, ecuatorianos, españoles, árabes y baya usted a saber cuántos más; no es por la ausencia de leyes; que de una u otra forma agilizan o demoran su estadía en nuestro país; sino mas bien la incapacidad de nuestras autoridades a la hora de hacer que estas se cumplan.
¡Ahora bien…! La pregunta que debemos hacernos es la siguiente ¿Porqué existe constantemente una ineficacia en la aplicación de la “Ley General nº 285-04: Que considera que la regulación y control del movimiento de personas que entran y salen de nuestro territorio es un derecho inalienable y soberano del estado Dominicano”? Realmente porque los llamados a ejecutar nuestro marco legal y normativo, en materia migratoria, están más preocupados por las críticas internacionales que al cumplimiento de estas.
Es cierto que, por una parte; no estamos ajenos a los tratados internacionales suscripto por nuestro Estado “República Dominicana” y que estos nos obligan a garantizar y proteger los derechos fundamentales de todas las personas que en el residan; ya sea de forma legal o ilegal, pero no es menos cierto que, por otra parte, tenemos el derecho soberano de decidir quién puede acceder y permanecer en nuestro territorio sin que organismos internacionales “foráneos” decidan por nosotros.
En cuanto a nuestros vecinos Haitianos…
Me apena y con vergüenza debo decirlo que a estas alturas de siglo todos los gobiernos haitianos, habidos y por haber; estimulan el consciente de sus nacionales que residen en nuestro país para que estos violenten todas nuestras normas y leyes sobre extranjería. Olvidando así; que todos los tratados internacionales sobre migración establecen que cada inmigrante, ya sea de forma colectiva o individual, están en la obligación y el deber de fomentar la tolerancia y el respeto mutuo, así como también incentivar el enriquecimiento social y cultural del país de acogida.
Desgraciadamente; mas para mal que para bien, esto último no ocurre con los inmigrantes haitianos residentes acá. Esto se debe; simple y llanamente, a que su gobierno no es capaz y mucho menos muestra interés en propiciar una política que pueda concientizar a su población, antes de que estos se conviertan en inmigrantes de un país cualquiera, la importancia de la normas de convivencia e integración cultural con los demás pueblos del mundo. Esta dejadez de su parte nos permite percibir que su integración en nuestra sociedad es prácticamente nula.
Las políticas comunes a nivel de igualdad ciudadanía Dominicana-inmigrantes haitianos que implementa nuestro Estado indudablemente es una política blandengue y descuidada que a través del tiempo ha venido generando en la cualquierización de nuestras instituciones y leyes; ya que la mayoría de los elementos que reposan en nuestro marco jurídico migratorio no se aplican únicamente por cuestiones de estética por parte de nuestro Estado hacia la opinión internacional o relación con los demás Estados.
Los haitianos lo saben y ni tontos; ni perezosos prefieren ante la opinión pública internacional y sus fieles aliados: “EEUU; Francia, Inglaterra y Canadá” victimizarse antes que cumplir cualquier norma establecida por nosotros.
La Inmigración Asiática.
La comunidad china; coreana; etc…. en nuestro país se ha convertido en un componente esencial de nuestra economía nacional; sin dejar de reconocer las debilidades de este comercio. Dichas debilidades consisten; primero, en que implementan una mano de obra barata agraviando; aun mas, las condiciones de vida de nuestros jornaleros; y segundo, las condiciones de higienes que no son las más optimas.
Y mi pregunta es la siguiente ¿Por qué en otros países; por ejemplo: en España donde he vivido alrededor de 15 años, estos cumplen las normas y regla de juego que establece el Estado? Simplemente porque estos países tienen autonomía para gestionar la inmigración en su territorio.
Los Asiáticos cumplen dichas normas porque los países que componen “La Unión Europea” a la hora de suscribir cualquier acuerdo internacional se aseguran de que sus leyes internas no sean vulneradas en dicho tratado y así a posteriori pueden sin que se le cuestione regular entre otras cosas, el ingreso y salida de sus nacionales y extranjeros al país; las circunstancias bajo las cuales se puede expulsar a un extranjero; los mecanismos de control de sus fronteras y; en general, hacer lo necesario para salvaguardar su mano de obra que repercuta en su economía.
La Inmigración turística “Estadounidense y Europea”.
La inmigración turística, como todas las mencionadas anteriormente; consta de dos parte; una positiva: cuando la consideramos; de una u otra forma; un mal necesario. Y la parte negativa: ya que promueve la prostitución; así como también el alojamiento; de forma inconsciente, de personas no gratas para nuestro Estado y a las pruebas me remito. Me refiero a los dos terroristas más buscados por Europa “Francia”. Que de hecho se paseaban por nuestras playas de punta cana como perros por su casa…
No quiero ser fatalista pero no me gustaría saber que hubiese pasado si el presidente Dominicano; por trabajo o placer, junto a los más importantes ministros de nuestro país; interior, procurador, fiscal, fuerzas armadas; etc…hubieran decidido ir a nuestras hermosas playas; justo al mismo lugar; hotel y a la misma hora en que se encontraban allí la terrorista; Haya Boumeddiene y su acompañante. Como decía mi abuela dejémonos de pendejadas que el diablo es sucio.
Por tanto; esto no es de preocuparnos mucho; ya que nuestro país siempre ha vivido y vivirá a la “Bulanyé”.