Casi 400 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto internacional Logan de Boston. La autoridad de transporte canceló todos los servicios de tren, autobús y transbordador en la ciudad.
Lo peor es que se anuncia una nueva tormenta de nieve y vientos gélidos en la región noreste de Estados Unidos, con casi cero visibilidad en las zonas costeras, el cuarto ataque de clima invernal en menos de un mes.
Las condiciones obligaron a la cancelación de más de mil 800 vuelos de las aerolíneas estadounidenses, la mayoría de ellos en los aeropuertos de Boston y Nueva York.
La autoridad de transporte canceló todos los servicios de tren, autobús y transbordador en la zona de Boston ayer.
Dejando casi cero visibilidad en las zonas costeras, es el cuarto ataque de clima invernal en menos de un mes.
La tormenta invernal representó un golpe para los negocios que confiaban en un jugoso fin de semana por el Día de San Valentín y el feriado del lunes por el Día de los Presidentes, a fin de compensar las bajas ventas por las últimas tres nevadas.
La tormenta estableció un récord de nieve para el mes en Boston, dijo el meteorológico.
Los 1.8 metros de nieve acumulados desde finales de enero en esa ciudad representaron un récord para una semana.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, instó a los conductores a permanecer fuera de las carreteras ayer domingo y se sintió aliviado por el feriado de hoy lunes que les dará oportunidad de limpiar las acumulaciones de nieve.
Con cúmulos de nieve de más de dos metros (seis pies) en algunas zonas debido a tormentas anteriores, las cuadrillas se esforzaban por mantener abiertas las calles.
El Servicio Meteorológico dijo que durante la mañana cayó hasta medio metro (20 pulgadas) de nieve en algunas poblaciones. El sur de la zona de Nueva Inglaterra podría recibir bastante más, antes de que pase la tormenta.
“Lo mejor que puede hacer la gente es quedarse en casa, quedarse adentro”, dijo el meteorólogo William Babcock.
Los gobiernos de Massachusetts y Rhode Island pidieron a los automovilistas que no salieran.
Debido a la llegada de la cuarta tormenta invernal en menos de un mes, las autoridades pidieron a ciudadanos del noreste de Estados Unidos extremar precauciones.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, dijo ayer por la mañana que la marea alta no fue tan grave como se había previsto, pero advirtió que los vientos de hasta 100 kph (60 mph) podrían causar apagones.