Una regulación excesiva o una muy débil constituyen los dos extremos peligrosos a la hora de establecer reglas para el mercado laboral, porque los países que caen en cualquiera de ellos tienen que pagar los costos que conllevan en términos económicos y sociales, afirmó este martes Gordon Betcherman, experto de la Universidad de Otawa, Canadá.
A su juicio, lo correcto es situarse en un espacio medio “donde las regulaciones diseñadas apropiadamente pueden aliviar modestamente las fallas del mercado y ofrecer alguna protección a los trabajadores sin imponer costos mayores a las empresas o a la economía”.
Al exponer en el “Panel sobre Regulación laboral y desempeño de los mercados laborales”, organizado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Betcherman sostuvo que para lograr el nivel apropiado de regulación hay que tomar muy en cuenta el contexto del país.
El informe fue presentado en el marco de la Semana del Noveno Aniversario de creación del Ministerio de Economía en una actividad celebrada en el Salón Verde, en la tercera planta del Palacio Nacional, con la presencia del titular de esa dependencia estatal, ingeniero Temístocles Montás; Magdalena Lizardo, Directora de la Unidad de Análisis Económico y Social; Marcos Villaman, Director del Fondo para la Promoción de Investigación Económica y Social (FIES) y Jurgen Weller, jefe de la Unidad de Estudios de la Dinámica y Coyuntura del Empleo de la División de Desarrollo Económico de CEPAL.
En su ponencia titulada “Diseño de regulaciones del mercado laboral en países en desarrollo”, el experto destacó la importancia de las regulaciones laborales porque como todos los otros mercados, ellas permiten “mitigar las fallas de mercado, como información imperfecta, y para proteger a los compradores y vendedores”.
Advirtió que como lo que se compra y se vende son los servicios de personas, “regular el mercado laboral puede resultar contencioso. En Italia, asesores encargados de rediseñar las reglas del mercado laboral han sido inclusive asesinados”.
Una nota de la Unidad de Comunicaciones del MEPyD dice que al abordar los aspectos más importantes de la regulación del mercado laboral en todos los países, Betcherman citó las reglas que definen el salario mínimo y la seguridad del empleo.
“La mayoría de las evidencias sobre los efectos de los salarios mínimos y las reglas sobre el empleo sugieren que la mayoría de los países han establecido estas regulaciones en un rango apropiado”, subrayó Betcherman.
Reconoció que hay divergencias de enfoque, pues hay quienes consideran que “unas regulaciones fuertes pueden beneficiar a los trabajadores, especialmente a los más vulnerables, sin altos costos para los empleadores”, mientras una visión más escéptica sostiene que “más regulación conduce a menor empleo y productividad, y perjudica a los mismos trabajadores que las regulaciones tenían la intención de beneficiar”.
Betcherman consideró que lo fundamental a tomar en cuenta es que las reformas se traduzcan en un interés social amplio.
Legislación laboral o negociación colectiva
De su lado, Jürgen Weller, experto en políticas de empleo de la CEPAL, consideró que la institucionalidad laboral —basada en la legislación laboral o en la negociación colectiva— “influye en las características del empleo, particularmente en aspectos de su calidad y en las brechas que existen al respecto para diferentes grupos de trabajadores (por ejemplo, por medio de políticas de formalización o del salario mínimo)”.
Al exponer sobre “Aspectos de la evolución reciente de los mercados laborales en América Latina y el Caribe, Weller destacó que esa institucionalidad tiene un doble objetivo: el primero es “Contribuir al funcionamiento eficiente del mercado laboral (incorporando cada vez más a la fuerza laboral en empleos productivos), estimular aumentos de la productividad (lo que incluye la distribución efectiva de los frutos correspondientes) y diseñar mecanismos que permitan ajustes adecuados a los vaivenes del ciclo económico”.
El segundo objetivo es “favorecer la protección de los trabajadores como actores estructuralmente más débiles, sobre todo de los grupos vulnerables con problemas específicos en la inserción laboral productiva”, agregó Weller.
Señaló que “la legislación laboral y la negociación colectiva afectan al proceso de determinación de los salarios y otros beneficios, los contratos, la protección social, y la capacitación”, entre otros aspectos.
Weller indicó que a la vez, las normas de higiene y seguridad en el trabajo y sobre su organización (ritmo, pausas y otros) influyen en las condiciones laborales.
Al panel asistieron representantes de instituciones públicas y privadas, asi como de organismos internacionales, entre ellos McDonald Benjamin, del Banco Mundial.
La semana conmemorativa del aniversario del Ministerio de Economía continúa este miércoles con la presentación y panel de discusión de los resultados del estudio “Valores, Expectativas y Vida Cotidiana de la Juventud en República Dominicana: Un estudio Cualitativo”, a partir de las 9:00 de la mañana en la sede del MEPyD, en el edificio de oficinas gubernamentales en la avenida México.