Asumir una posición frente a una acción de beligerancia colectiva, siempre es arriesgado, lo se. -Esto porque se trata de personeros de bajas pacciones y sin ningún escrúpulo, los tales, incurren en acciones aberrantes que lo hacen instrumento del mismo infierno.
Es indecible describir el hecho de sangre que de manera cobarde y bochornosa incurrieron ciertos individuos, hasta ahora, supuestos "desconocidos", se dejaron llevar del odio y la fobia arrebatada de inconsciencia, dando muerte de manera cruel y muy desafiante a un nacional Haitiano, en pleno parque de Santiago.
El Estado dominicano y el Gobierno debe realizar una seria investigación bien minuciosa con tal de que sea esclarecida esa ejecución bandalica y sin precedente, que los asesinos materiales e intelectuales sean apresados sin ninguna consideraron, y sus nombres y apellidos dados a conocer, como una forma de que que la población conozca de ellos y estemos atentos a sus maquinaciones y que en caso de que sean liberados como se acostumbra, que reciban la censura moral de los que no estamos de acuerdo con ese crimen, aunque haya diferencia de estatus social, económico o de color de piel, pero todos tenemos la sangre de un mismo colo, y somos creación de un mismo Dios.
Considero de que acciones de esa naturaleza se deben castigar con todo el peso de la "ley", apresando a los asesinos. Tal como ocurrió en Santiago, sucesos similares se pueden seguir presentando en cualquier parte de nuestro país y, claro, San Pedro de Macoris puede ser escenario también de hechos aberrantes de tal naturaleza, dado a la presencia de nacionales Haitianos que desde hace muchos años han sido traído al país al corte y tiro de las cañas de azúcar que tantas divisas ha generado a nuestra economía nacional.
El referido crimen, bajo ningún concepto debe quedar impune, los organismos de investigaciones tienen que demostrar que tan funcional son los agentes de investigaciones que tenemos en República Dominicana.
Indudablemente que ese bochornoso crimen tendrá repercusiones internacionales, a nuestro país, se nos va a ver como una selva común, donde prima el odio feroz contra los ciudadanos de origen Haitiano.
Entiendo que la situación dominicano-haitiana hay que buscarle una “solución amigable”, sin que se tenga que atentar contra la dignidad moral ni física de los derechos humanos de las personas.
“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. -François-Marie Arouet (Voltaire), ese gran humanista que dijo esa expresión, significaba el nivel de tolerancia que hay que tener, independientemente de que no se concuerde con el concepto de los demás.
Recientemente trascendió el hecho de que un individuo llamo a que sean fusilados los prominentes periodistas Amelia Deschamps, Roberto Cavada, Huchi Lora y Juan Bolívar Díaz, esto, tras ellos fijar su posición con relación a los nacionales Haitianos.
Me inclino a ser gestor de la promoción y enseñanza de la tolerancia como elemento esencial del desarrollo de una nación, tal como lo han puesto de manifiesto estos compañeros de los medios de comunicación.
Como valientes y responsables periodistas, han ofrecido sus espacios a desconocidos y personalidades de distintas ramas de la sociedad dominicana que no concuerdan con sus valores, creencias ni filosofía de vida, pero se identifican con el razonamiento humano que hay que tener, sin ningún prejuicio, eso se llama objetividad, tal como se debe asumir con toda responsabilidad. Es así como se promueve un mundo más justo, sin necesidad de descalificar a nadie.
La forma de esos valiosos comunicadores, se ha encausado en el rol de protagonismo cívico, comprobado en los esfuerzos por lograr el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación. Como ciudadanos comparten igualmente las inquietudes y reivindicaciones colectivas.
Ellos, han sido vigilante de que se respete el verdadero estado de derecho del ser humano, se han arriesgado por defender las buenas causas que atañe a nuestros conciudadanos, en todo momento y circunstancias adversas, esos colegas siempre han sido amantes de una mejor sociedad. -De ahí su implicación en luchas de índole local o global sobre temas tan diversos como: la paz, la democracia, los derechos humanos, la igualdad de género y la educación entre otros. No se puede ser desconsiderado, ellos merecen todo nuestra consideración y el verdadero respeto de manera incondicional.
Don Juan Bolívar Diaz, enfrento la temerosa era del gobierno Balaguierista de los 12 años, contra ese magnifico Maestro universitario, escritor y periodista, fue lanzada una bomba, consecuencia del impacto, su vehículo resulto semi-destruido, milagrosamente, Dios no permitió que hoy fuera una victima. Tuvo que eciliarce en México por las presiones que recibía de los incontrolables del gobierno opresor del ex-presidente Joaquin Balaguer.
Huchi Lora: reclamo la transparencia que se requería en los cuantiosos recursos en los que se incurrió en instalar la linea del del Metro, y pidió que se esclarezca, se ocupo de que se entreguen los planos de la construcción de Metro, lo hizo de manera responsable y valiente, lo asumió como su causa, siendo la de todos.
Roberto Cavada, siendo de ascendencia Cubana, ha encausado las grandes situaciones de índole político, económico y social que se han frecuentado en nuestro país, el expresa lo que otros dominicanos que han nacido en nuestro territorio no dicen, al momento de denunciar las malas acciones en la que se incurre en perjuicio de la población, de parte del Estado o del sector privado. así también se rige la talentosa Amelia Deschamps.
He citado solo esos acontecimientos, sin incluir otros tantos…, no entiendo ahora como se quiere desconsiderar a esas figuras de tan grandes méritos como lo son ellos, por tan solo estos comunicadores respaldar la situación que a frotan los nacionales Haitianos, ante su vulnerabilidad, en defensa de los derechos humanos.
Ellos encarnan una manifestación del periodismo social o militante que se coloca, según las circunstancias, al lado de las nobles causas, como debe de ser.
Hay que admitir que, los inmigrantes son necesarios en los países de destino, aunque confronten en gran medida problemas para su integración social y política, debido al nivel propio que le caracteriza. La situación migratoria a nivel internacional de Nuestra República Dominicana, como país de origen en este caso y de destino, no escapa a esa realidad.
Los Haitianos son parte de los flujos migratorios que también han sido el de otras naciones en los ámbitos internacionales, e igualmente han sido víctimas de la xenofobia, su presencia las estigmatizan aquí a pesar de que muchos saben que se trata de la consecuencia del tráfico de personas y otras actividades delictivas, de las que se han beneficiado políticos y otros sectores…
A la andanada de violencia contra los nacionales Haitianos, también se suma la quema de la bandera de esa media Isla, los bandolos que insidiaron la bandera de Haití se hicieron pasar por miembros del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), entidad política que se desvinculo de esas acciones y deploraron la quema de esa bandera de Haití por parte de manifestantes, la mayoría encapuchados de manera irresponsable en el sector Ciruelitos de Santiago, se escudaron identificándose como dirigentes populares, siendo una falsa.
El portavoz del Falpo, Víctor Bretón, dijo en rueda de prensa, que ese grupo “jamás” se prestaría a agredir un símbolo patrio de un pueblo hermano como Haití. Los manifestantes, mientras quemaban la bandera haitiana, lanzaban consignas en contra de la presencia de haitianos ilegales en el país.
También pregonaban, “fuera los haitianos, si es guerra que quieren, guerra tendrán”.
Es muy posible que detrás de la quema de bandera y otros hechos violentos ocurridos en los últimos días, ahí se esconden sectores que tienen el propósito de debilitar y desacreditar las relaciones entre la República Dominicana y Haití. Ante esas provocaciones, entiendo que se debe fortalecer aún más las relaciones y mantener el diálogo entre ambas naciones.
A pesar de que en una ocasión, algunos Haitianos abrían quemado una bandera de nuestra nacionalidad dominicana, pero, eso no es razón para que se tenga esa polémica desafiante entre Haitianos y Dominicanos.
El hecho de que los dominicanos hayamos estado bajo su dominio durante 22 años, desde mil 1922 a 1944, no es una razón para que se ponga de manifiesto el resentimiento, la rancia revancha, polémicas y demás, sin necesidad.
Las diatribas de personas en particular, no es un asunto de nación, sino de grupos facinerosos que instan a la violencia de dos razas que comparten una misma isla. Nosotros como país no estamos contra ellos, ni creo que ellos tampoco lo estén contra notros.