Brasilia, 19 feb (PL) Pesquisas de la secretaría de Ingresos Federales de Brasil (Receta Federal) revelan la existencia de seis mil 600 cuentas secretas, vinculadas a cuatro mil 800 nacionales en la filial suiza del banco HSBC.
Los datos se incluyen en la lista divulgada por el Internacional Consortium of Investigative Journalism (Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación) y reflejan que los fondos en su conjunto depositados por brasileños en 2006 y 2007 ascendían a siete mil millones de dólares.
La Receta Federal, entidad perteneciente al Ministerio de Hacienda, señaló que tuvo acceso a parte de la lista con los nombres de personas liadas a la filial suiza del HSBC y encontró indicios de omisión o inconsistencia de informaciones proporcionadas al organismo de control financiero.
Ese órgano anunció que realiza una profunda pesquisa, con el apoyo internacional, con miras a identificar la mayor cantidad posible de contribuyentes implicados en esta trama de violación de regulaciones impositivas y actividades de lavado de dinero efectuadas con el apoyo de la filial suiza del HSBC.
Se trata de determinar fondos posiblemente no declarados y los inversores en situación irregular son susceptibles de demandas por delito fiscal, indicó esa secretaria, según la Agencia Brasil.
La cifra de nacionales incluidos en ese escándalo podría ser mayor, pues una nota difundida por el blog Mecidadania muestra que los ciudadanos de este país con cuentas secretas suman a ocho mil 661.
Entre las figuras que integran la lista con vínculos con el HSBC aparece Saul Sabbá, exasesor del expresidente Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), refleja el blog.
Sabbá auxilió al gobierno de Henrique Cardoso (1995-2003) en el Programa Nacional de Privatización, que propició la venta de grandes empresas estatales con el pretexto de frenar al agravamiento de la deuda pública.
Otros nombres son difundidos por diversos sitios digitales, que se quejan asimismo del silencio asumido por los grandes medios privados de comunicación de Brasil en torno a este tema.
En este contexto, el diputado federal Paulo Pimenta solicitó la víspera a la Procuraduría General de la República la apertura de una pesquisa para indagar los brasileños implicados en la trama.
Brasil debe conducir su propia investigación y no depender exclusivamente de la información difundida por las agencias internacionales, señaló al destacar que los nacionales envueltos en este ilícito deberán responder por posibles delitos contra el sistema fiscal y financiero, y por el blanqueo de dinero.
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