Por Charly Morales Valido (*)
La Habana (PL).- Los amantes del bolero sentimos cada 19 de febrero que la Parca se apurara en llevarse a un inmortal, Benny Moré, a quien recordamos de la mejor manera posible: oyendo sus canciones.
El 19 de febrero de 1963 partió el espectacular Bartolo a un Más Allá que, paradójicamente, lo acercó muchísimo más a su público, pues alimentó su leyenda y le hizo justicia a Billy Joel: solo los buenos mueren jóvenes…
Algo parecido cuentan que dijo el poeta cubano Nicolás Guillén al enterarse del trágico -aunque esperado- fin del hijo predilecto de Santa Isabel de las Lajas, víctima de una vida intensísima.
"Los dioses mueren jóvenes", afirmó Guillén, y en verdad algo de sobrenatural ha envuelto desde entonces al Benny, el Bárbaro del Ritmo, aquel que decía "elige tú que canto yo". Y cumplía…
Inmenso en la guaracha, el son y la rumba, músico nato capaz de dirigir a su Tribu -la jazz-band que lo acompañaba- sin más batuta que su bastón y sus gestos, el Benny se excedió con el bolero. En su voz quedaron verdaderos himnos, como Oh Vida, Te Quedarás, Mucho Corazón y otros, aunque hay uno que quizás no lo identifique, pero de cierta manera refleja el amor que los cubanos le profesamos.
Se trata de Quiéreme Mucho, quizás el más internacional de los boleros cubanos, aquel que dice "cuando se quiere de veras, como te quiero yo a ti, es imposible mi vida tan separados vivir".
Si bien es una canción de amor, también funciona para recordar a alguien muy querido, cercano, íntimo… quizás un símbolo como lo fue el Benny, quien también cantó esta pieza que ya cumple un siglo.
Quiéreme Mucho fue compuesto por Roig y estrenado en el Teatro Alhambra en 1915 en la obra El Servicio Militar Obligatorio, con letra de Ramón Gollury y Agustín Rodríguez, y las voces de Blanca Becerra y Rafael Llorens.
Como obra independiente se escuchó por primera vez en 1917, interpretada en vivo por el tenor cubano Mariano Menéndez. Su primera grabación corrió a cargo del afamado tenor italiano Tito Schipa, para los discos de la RCA Víctor, que le dieron difusión mundial.
Según Ciro Bianchi, maestro del costumbrismo en Cuba, esta pieza se llamó originalmente Serenata criolla. Gollury, que usaba el seudónimo de Roger de Lauria, escribió la primera parte, y la segunda Rodríguez, a la sazón sainetero de éxito del Martí, otro santuario del teatro vernáculo.
Aseguraba Eduardo Robreño, y Enrique Núñez Rodríguez se hizo eco, si bien no hay otras constancias bibliográficas, que Quiéreme Mucho nació del amor prohibido entre Roig, casado, y la actriz Blanca Becerra.
Cierto atardecer, cansados ambos de ser víctimas de chismes y prejuicios sociales, hicieron un pacto suicida en el bar Partagás, en Prado y Neptuno.
La idea era salir, dirigirse al Teatro Nacional, en Prado y San Rafael, y lanzarse desde lo alto de la tertulia, trágica y teatralmente.
Pero caminando hacia la muerte, un borracho le tocó las nalgas a Blanquita y Roig defendió su honra a bastonazos. La policía se llevó a los tres, y cuando el capitán de la estación preguntó si presentaría cargos contra el curda, Roig expresó sonriendo: "¿Acusarlo? No, hombre, no. ÂíSi este tipo acaba de salvarnos la vida…!".
La anécdota de por sí es una buena razón para escuchar este gran clásico del bolero, aunque escuchar a los grandes del bolero, como lo fue Benny Moré, es algo que no necesita pretextos. Al menos cuando se quiere de veras, como lo queremos a él… (*) El autor es periodista de la Redacción Cultura de Prensa Latina
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