El ex fiscal del Distrito Nacional José Manuel Hernández Peguero dijo este lunes que no existe evidencia documental de relaciones entre el capo Quirino Ernesto Casatillo Paulino con los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía.
Reveló que las investigaciones en torno a este personaje del narcotráfico se hicieron a partir del 2002 durante el gobierno del presidente Hipólito Mejía.
Hernández Peguero habló en el programa “el Gobierno de la Mañana por la Z 101” y dijo que fue a partir de agosto del 2004 cuando las nuevas autoridades, luego de llegar al poder, se enteraron de las investigaciones y lo único que hicieron fue concluir el caso.
Dijo que era un caso de los americanos y fue manejado por las autoridades de la DEA y las autoridades dominicanas.
El entonces fiscal dijo que durante esos dos años los investigadores norteamericanos documentaron –incluyendo intercepciones telefónicas y videos— todas y cada una de las actividades de Paulino Castillo.
“Mas que todo en la gestión del presidente Mejía fue que se hizo la investigación en sí. Cuando ya Leonel Fernández toma el gobierno en agosto de 2004, ya se le daba evidentemente un seguimiento normal, esperando el desenlace. Yo estaba embarcado totalmente… es decir, se estaba esperando a que un cargamento a donde… que pudiese dar conclusión”.
Planteó que el de Castillo Paulino era “un caso de los norteamericanos”, por lo que los fiscales de los Estados Unidos participaron en cada uno de los momentos de la investigación.
Calificó de absurda la acusación de Paulino Castillo a Fernández de que este le adeuda 200 millones de pesos.
Respecto a los militares dijo Hernández Peguero, que “existen múltiples conversaciones con militares, pero también hay que ser justos: no pude comprobar nunca que ningún militar le diese una protección efectiva en el sentido de que sabía que Quirino estaba en el narcotráfico”.
Nuevamente fue enfático: “Recibía favores, ‘vamos a mandarle diez boletas para que compre para un cena, vamos a pedirle que nos regale equis animal para…’, es decir, esos eran los militares, pero no existía una protección que pudiéramos decir para encubrirlo o ayudarlo…”.
Cuando uno de los periodistas afirmó que los militares conocían la condición de narcotraficante de Castillo Paulino, el entonces fiscal respodió: “No, no, no, esa información era prácticamente bloqueada y muy pocas personas tenían conocimiento. Nosotros, como fiscales, recuérdese que tomamos posesión el 15 de agosto (sic), y nosotros… teníamos informaciones vagas sobre… porque evidentemente habían solicitudes de autorizaciones a los jueces de la instrucción para interceptación y muchísimas cosas más que teníamos que enterarnos, pero era un caso más para nosotros, que no sabíamos la envergadura del caso”.