En una de las "manifestaciones de apoyo a Leonel Fernández", por las confesiones de Quirino, una señora llevó un cartel que decía: "Después de Dios, Leonel". Y yo recordé que la adulación a Trujillo comenzó de la misma manera.
Los cartelones trujillistas primero decían "Dios y Trujillo", y más adelante la proclama se invirtió y los cartelones decían: "Trujillo y Dios". Al final sólo decían "Trujillo".
Hago la historia porque acabo de leer el artículo de Leonel Fernández titulado "El plan para desacreditar a Buda", y sencillamente temo por la salud mental de él. Hay un procedimiento escritural que consiste en hablar por cuerpo, se narra una historia y por ósmosis o elipsis lo narrado describe al narrador. Al final del artículo, que es una pretensión de respuesta al "Quirinazo", Leonel Fernández termina siendo un Buda tropical, un Dios adorable.
Conozco de la megalomanía de Leonel, sé de sus pretensiones de criatura sobrenatural, he hecho descomposición analítica de sus aspavientos divinos; pero ha caído en la desmesura y en la ridiculez. Lo digo con toda sinceridad, me preocupa su salud mental. !Que nos libre el mismo Buda de que éste megalómano vuelva al poder!
24 de febrero de 2015. SANTO DOMINGO