Mientras más escucho y leo la manera como los defensores de Leonel Fernández han enfrentado las denuncias pormenorizadas del capo Quirino, más me convenzo de su culpabilidad en la narco-corrupción; comenzando por esa conexión; que, por demás, no ha sido la única asociación política del Don de Elías Piña, aunque si la recurrida tras bambalinas por la Casa Blanca y el Despacho de la “silla de alfileres”, en esta peculiar coyuntura de re-postulaciones y reelecciones.
El privilegio de ser expresidente.
Que Leonel generosamente impidiera que en torno a ese caso se investigara a Hipólito, aun después de constatar su protección al capo, fue un gesto de reciprocidad por haber sido excluido por el “Guapo de Gurabo” del expediente del PEME y las derivadas judiciales de toda la corrupción de Estado acaecida durante su primer periodo. Amor con amor se paga.
Los dos, a su vez, bloquearon toda acción judicial contra Balaguer y sus íntimos colaboradores civiles y militares.
Los dos se han expresado elevando la investidura de los ex –presidente al museo de la impunidad.
Pero ese no es el centro del mach actual, ni las únicas exculpaciones en boca de ex –fiscales peledeítas, altos dirigentes y connotados beneficiarios de la dictadura morada en el campo civil, empresarial y militar.
Otras exculpaciones e impunidades.
Ahora resulta que no es nada que la Margarita Decoradora guardara en el almacén de Quirino los muebles y artículos de lujo con que se consumó la estafa de la decoración interior del suntuoso Palacio de la Suprema Corte de Justicia.
Ni que Nicole, la hija de Leonel, fuera socia de la empresa perteneciente a esa señora, pareja a su vez del general Florentino y Florentino, enllave de Quirino y protegido por el presidente luego de asociarse y proteger al Don… hasta que la DEA decidiera dañarle a todos/as el negocio.
Carece de importancia la complicidad adicional de general Aquino García, participante en varias entregas y asociado posteriormente a Figueroa Agosto, ex ministro y exjefe de la DNI..
Tampoco merece consideración que Sergio Grullón, cuñado de Hipólito y ministro de la presidencia, juramentara a Quirino en el PRD en Elías Piña.
Ni tiene implicaciones delictivas que el general Sierra Pérez, el de la estatua de Hipólito montado en el PEGAZO, acogiera el helicóptero del capo en la Base Aérea de San Isidro y anduviera en él para arriba y para abajo. Cosas propias de un íntimo amigo “eliaspiñero” que no sabía nada de sus narco-andanzas, cuando todo el Sur del país y casi todas las elites gobernantes y dominantes estaban enteradas o olían su perfumado polvo blanco.
Ni que generales y políticos -unos afectos a Leonel y otros a Hipólito- se la pasaran recibiendo regalos y maletines premiados de ese Don tan generoso que se había enriquecido a mayor velocidad que el Gato Félix en tiempos posteriores.
Lógico si que el volumen de las dádivas e inversiones quirinezcas fueran mayores y bien sistemática cuando el político con más vocación de capo entrara en escena desde su azulada Fundación Global, en busca tenaz de su vuelta al Palacio y en medio de la intervención de botín auto-quebrado de BANINTER y del corte de esa espléndida fuente de recursos.
Nada es nada.
Tampoco lo es que dos grandes bancos comerciales, que cuentan con afinados departamentos de prevención de lavado, le abrieran cuenta a Quirino y aceptaran depósitos multimillonarios (50 millones en el Banco Popular y 200 en el Banco de Reservas).
Ambos sencillamente “pecaron de ingenuos y desinformados” y fueron “sorprendidos en su buena fe” de acuerdo a lo que se infiere de la declaración de un fiscalito leonelista, aunque a cualquier mortal que deposite dos decenas de miles de pesos esos bancos le revisan hasta los calzoncillos.
Recuerdo que semanas después de apresado Quirino, el INDOTEL (capitaneado por José Rafael Vargas y por presión del BANCO POPULAR) nos cerró el programa Tiro al Blanco en TELERADIO AMERICA porque denuncié la cuenta de Quirino en el Banco Popular; viéndose forzado a reabrirlo días después por la presión social y el lío público que se le armó al banquero Manuel Grullón.
El colmo es que el mentado fiscalito leonelista haya cambiado el destino del cargamento de cocaína capturado en la autopista Duarte a raíz de la redada contra Quirino: la próxima estación no era –según su reciente acomodo- una empresa de Zona Franca de Santiago ( versión original de la DNCD), sino un “comerciantito” de La Vega cuyo nombre no recuerda. ¡Que manera de proteger a un conspicuo y poderoso “ZONERO” santiagués, poseedor de una fortuna de origen polvoriento y muy amigo de Leonel!
Igual es capaz de no diferenciar lo que Quirino declaró aquí antes de ser extraditado y lo que confesó en EEUU para que le rebajaran la pena, ya convencido de que Leonel lo dejó en el hoyo; como también eso de poner en duda lo de los 200 millones entregados en maletines de lujo, por ser una suma equivalente -según él- a la mitad de las ganancias de Quirino en los embarques detectados por la DEA, obviando que hubo muchos otros cargamentos más e ignorando que su fortuna se medía en miles de millones de pesos.
Por cierto, MARICHAL no vio a QUIRINO entregándole el maletín a LEONEL, pero no negó la develada reunión en la habitación de la DECORADORA y su FLORENTINO FLORENTINO.
22-02-2015, Santo Domingo, RD.