Montevideo (PL) El presidente uruguayo, José Mujica, se está despidiendo del alto cargo que ocupa desde hace cinco años y que entregará el primero de marzo, pero no de la política ni de la militancia.
Por Jorge Luna*
Con una aprobación de su gestión superior al 65 por ciento, según encuestas nacionales, y un sostenido prestigió internacional, Mujica "devolverá" la banda presidencial a su sucesor, Tabaré Vázquez, quien también fue su antecesor.
Al día siguiente, junto a su esposa, la senadora Lucía Topolansky, iniciará sus labores en el Senado, al frente del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector de mayor votación del gobernante Frente Amplio (FA).
El dos de marzo, me pongo el chaleco de militante y salgo, dijo el mandatario, quien apoyará a los candidatos del FA en las elecciones municipales que se realizarán el 10 de mayo en los 19 departamentos del país.
El exintegrante del guerrillero Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), actualmente con 79 años de edad, deja la presidencia agradecido del apoyo que encontró en muchas de sus iniciativas, tanto de carácter nacional como internacional.
Entre otros logros, su administración redujo los índices de pobreza e indigencia, avanzó en programas de inclusión social y derechos humanos y alcanzó niveles macroeconómicos estables.
Ante la actual globalización, abogó por la integración latinoamericana en los foros regionales e internacionales y, en sus numerosos viajes por el mundo, llevó un mensaje reflexivo, no retórico, sobre el futuro de los seres humanos.
No obstante, ha reiterado que algunos proyectos de su administración, por distintas razones, quedaron sin culminar durante su mandato, como su anhelado programa de formación técnica y de oficios para la juventud.
Mujica, cuya forma austera de vida ha sido elogiada dentro y fuera del país, rehusó despedirse del cargo en un acto de homenaje que se le venía preparando, sino mediante una actividad en la que él pueda agradecer al pueblo uruguayo.
"Gracias, pueblo" fue su primera y reiterada frase ante la multitud cuando fue electo presidente el año 2009 y así pretende terminar su mandato.
La ceremonia institucional se efectuará el día 27 de febrero en la Plaza Independencia, oportunidad en la que Mujica recibirá el Pabellón Nacional.
Ya adelantó que "ser Presidente, haber pasado por la presidencia, con lo que puede significar, no pudo herir nuestra humildad, nuestro modo de ver el mundo y la gente".
Tampoco ha afectado un ápice nuestra forma de vivir, con sencillez y con humildad, agregó durante su más reciente alocución radial.