SANTIAGO.- Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de la arquidiócesis de esta ciudad, estimó que la ocupación del consulado dominicano en la capital de Haití, es una agresión con significados parecidos a la invasión del territorio dominicano que hicieron haitianos en 1822.
La consideración del prelado se produjo la mañana de este viernes, al presidir un Tedeum en la Catedral Santiago Apóstol el Mayor, en ocasión de celebrarse hoy el aniversario 171 de la Independencia Nacional.
“Estamos viviendo una nueva agresión cuando un grupo de haitianos tomó el consulado dominicano, quitaron nuestra bandera, la pisotearon y la quemaron y, una acción de esa naturaleza a nuestro símbolo es como agredir a una persona e invadir el país”, adujo.
No obstante, monseñor de la Rosa y Carpio recomendó que la acción cometida en contra de la bandera y del consulado dominicano localizado en la capital haitiana “no debe servir para llenarnos de odio contra los haitianos.
Recordó que cuando Juan Pablo Duarte propugnaba por la separación de Haití y crear la República Dominicana lo hizo sin fomentar el odio, dando así un ejemplo del modelo de relaciones que debía existir entre ambas naciones.
“Duarte siempre entendió que no era posible la unificación de la isla, pero no cayó en el odio”, agregó el arzobispo santiaguero, y agregó que “el pueblo haitiano tiene que reflexionar, porque lo que pasa allá repercute aquí, pues en territorio dominicano hay muchos haitianos que resultan afectados por esos hechos”.
Tras ratificar que se mantenga la separación, pero no en base al odio, monseñor de la Rosa y Carpio dijo que esa es la solución más práctica y no hacer lo mismo que Trujillo, que ordenó la matanza de miles de haitianos.
Recomendó que en esta parte de la isla se actúe de manera firme en las decisiones que se tomen con relación a Haití, pero sin dejar de amar a los nativos de la vecina nación.
El arzobispo mostró su desacuerdo con que se considere que la inmigración de haitianos hacia territorio dominicana forme parte de una invasión “porque nosotros lo hacemos en Estados Unidos y Europa por necesidad”.
Aprovechó la homilía para criticar a las naciones que salen a respaldar a la nación haitiana, pero arremetiendo contra el sistema dominicana. “Sepan que están siguiendo un camino que no es el correcto. Defendamos los derechos de un pueblo y del otro, pero no lo usemos para atacar, porque eso no ayuda en las relaciones entre haitianos y dominicanos”.
En otra parte de su prédica, de la Rosa y Carpio invitó a dominicanos sensatos y serios formar un grupo que no sea un partido político nuevo, por medio del cual se apoyen en los valores de la fe.
“Lo mismo pienso de la Policía Nacional, en cuyas filas hay muchos miembros honestos y probos pero hay unos pocos metidos en el narco y la corrupción y se tiene la percepción de que toda esa institución es así, subrayó.