"Todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, deben gozar de igualdad de derechos en las relaciones internacionales. Su soberanía y su integridad territorial deben ser respetadas, nunca violadas." Zhou Enlai
La República Dominicana vive momentos excepcionales y preocupantes al conjugarse factores internos y externos amenazantes de su estabilidad y soberanía nacional.
Los acontecimientos que se suscitaron con el ataque de manifestantes civiles haitianos al consulado dominicano en Puerto Príncipe, nos obligan a reflexiones por el hecho que desde 28 de septiembre de 1937 cuando hordas incontrolables iniciaron al sur de Dajabon el exterminio de residentes haitianos, esto derivó en una crisis diplomática bilateral de envergadura, desde entonces las relaciones bilaterales no habían sido tan ríspidas como en la actualidad.
El Canciller haitiano Pierre Duly Brutus, hizo las aseveraciones de que en la República Dominicana se practica el racismo y la xenofobia contra los inmigrantes haitianos, por lo que se deduce que las acciones de protestas y ataques vejatorio al consulado dominicano en Puerto Príncipe, cuenta con el apoyo de las autoridades del gobierno haitiano, lo que tiene un ribete peligroso y trascienden las expresiones nacionalistas de grupos organizados del vecino país.
El Presidente Medina no abordo en su discurso del 27 de febrero a la nación en el Congreso Nacional, el asunto de las relaciones bilaterales con Haití por lo tanto el pueblo dominicano desconoce su visión sobre el problema y sus planteamientos para abordaje este asunto de matices álgidos.
La Cancillería dominicana por el digno conducto de su Ministro de Relaciones Exteriores Andrés Navarro, mediante nota diplomática rechazó las acusaciones de que en nuestro país se practica el racismo y la xenofobia contra los inmigrantes haitianos, a la vez que llamaba a consulta su embajador en Haití.
Señor Presidente Danilo Medina, me permito formular mis criterios sobre las relaciones bilaterales dominico-haitiana, inspirado por los sentimientos mas sinceros como dominicano:
1.- Nos permitimos sugerir al gobierno de República Dominicana y al gobierno de la República de Haití la realización de una Cumbre para reafirmar los tratados existentes y establecer acuerdos definitivos que regulen sus relaciones bilaterales, discutir y coordinar las políticas migratorias, fortalecer los lazos comerciales, sobre todo lo concerniente al llamado Mercado Binacional, que es un caos y una fuente de desacuerdos que deriva en conflictos graves que han llegado hasta el secuestro de camiones de carga, además se advierte un inapropiado manejo administrativo de los asuntos fronterizos, siendo vos populi de que el problema migratorio tiene su tendón de Aquiles en la permisividad migratoria producto de una actividad mafiosa desde tiempos ancestrales.
2.-La situación está muy caldeada a nivel de ambos pueblos, se perciben brotes de nacionalismo susceptibles a su profundización, que pueden terminar en hechos violentos entre dominicanos y haitianos, convirtiéndose la isla en un teatro geopolíticamente aprovechable para profundizar la crisis con fines inconfesables, por lo que es aconsejable mantener el retiro del embajador dominicano y dejar la Embajada a cargo de un Encargado de Negocios a.i "que es un funcionario diplomático de mayor jerarquía dentro de una representación diplomática, encargado interinamente de reemplazar al embajador o jefe de misión en su ausencia."
3.-Suspender el otorgamiento de visados a nacionales haitianos hasta que se normalicen las relaciones y solamente otorgar las que sean de carácter humanitarias, oficiales y diplomáticas, a la vez de disponer mediante decreto de una series de medidas en la frontera del lado dominicano que garanticen el orden y el respeto a nuestra soberanía, que a todas luces según las noticias divulgadas fue humillada y vejada cuando las turbas haitianas ocuparon el Consulado dominicano en Puerto Príncipe, cuando en violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que es un tratado internacional que regula las relaciones diplomáticas entre los países y la inmunidad del personal diplomático. La cual fue adoptada el 18 de abril de 1961 en Viena (Austria) y entró en vigor el 24 de abril de 1964. Fue complementada en 1963 por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. 174 Estados pertenecen a la Convención y en los pocos Estados que no han firmado el documento, sus disposiciones se aplican como Derecho Internacional consuetudinario.
Es necesario recordar que una sede diplomática es el lugar físico (edificio, casa, oficinas) en que despacha oficialmente el embajador de un país determinado. La sede diplomática es considerada una extensión del territorio del país a que pertenece y por lo tanto es inviolable, tiene inmunidad diplomática.
Por los que las autoridades del gobierno haitiano no se han comportado a la altura de sus responsabilidades diplomáticas y esta agresión es inaceptable, por lo que elevo mi voz de protesta por esta actitud que riñe con las tradicionales protecciones que debe tenerse con las sedes diplomáticas de todos los países del mundo.
Las relaciones diplomáticas dominico-haitiana actualmente caminan sobre el filo de la navaja, y no seria una necedad preguntarse ¿si sectores transnacionales están abogando por el debilitamiento o decadencia de nuestra soberanía como Estados-nación?. Hay países que se han unido en grandes bloques como la Unión Europea, que tienen una constitución común, moneda común y políticas comunes, olvidaron sus actas de nacimientos, para dar paso a una "Soberanía Global", debemos advertir a la comunidad internacional que la República Dominicana es y será soberana, libre e independiente.