El origen de los tatuajes se remonta hacia más de cinco mil años. Aunque en el siglo XXI se utiliza de forma artística o de decoración, los tatuajes eran usados en la cultura egipcia, japonesa e incluso azteca. Estos desaparecen en un momento de la historia donde se reprimen mayormente por aspectos religiosos, ya que según el catolicismo predominante en la Edad Media, el uso de ellos era una mutilación al cuerpo dado por Dios.
En el momento en que entramos en la época donde la imagen dicta más que la misma profesión o trabajo que se realice, es mal visto el uso de los tatuajes. Hablemos en términos generales, ya que no importa la actividad que realices, probablemente serás tildado de ‘‘delincuente’’ por el uso de estos.
Lo que más indigna, es que estas etiquetas puestas a quien decide tatuarse, ‘‘adornar’’ o hasta ‘‘personalizar’’ su cuerpo, son utilizados sin una razón coherente y válida. Pregúntese un segundo el porqué de tildar de cosas negativas a quien utilice esto… ¿O no es cierto que en nuestra sociedad somos víctimas de abuso bajo la mano de aquellos donde lo que más se espera es seriedad? Basado hasta en la apariencia que nos venden, diría yo.
Me da curiosidad, y en este caso, mi objetivo será preguntar, no informar. ¿De dónde surgen las mayorías de los prejuicios? ¿Será que estamos cegados por ideas de las cuales no conocemos su origen? ¿Estará nuestra atención siendo desviada?
A veces se actúa por puro uso y costumbre, y no solo en estos aspectos, sino en muchos de los prejuicios bajo los cuales vivimos hoy en día. Tengo una última pregunta ¿Será que se nos ha enseñado a seguir patrones sin razonar? ¡Hasta la próxima!