Un programa que pone en alto el merengue y merece el reconocimiento de todos
Rafael Chaljub Mejía ha dedicado parte de su vida al estudio detallado y profundo del merengue típico y, sin exageración, se ha convertido en un verdadero antropólogo de la música folklórica del pueblo dominicano, digno de admiración y respecto.
Fruto de ese constante y permanente hurgar en las raíces antropológicas de la música autóctona y sus principales exponentes a lo largo y ancho de la geografía nacional, Chaljub Mejía escribió un extenso compendio titulado “Antes de que te vayas…Trayectoria del Merengue Folclórico”.
Este libro, de 415 páginas y que forma parte de la Colección 100 Aniversario del Grupo León Jimenes, es una verdadera joya, un texto obligatorio que no debía faltar en las bibliotecas públicas, de las universidades, liceos y escuelas públicas y clubes culturales.
El libro de Chaljub tiene un título sugerente, y se trata un esfuerzo por rescatar el merengue típico “Antes de que te vayas”, frente a la desidia del Estado y de muchos dominicanos frente a esta y otras manifestaciones culturales de la República Dominicana.
Pero Rafael Chaljub ha dado otro paso importante como antropólogo musical, que algún momento debería concitar la atención de la Asociación Dominicana de Cronistas de Arte (ACROARTE) para en una de las entregas del Premio Soberano tributarle un justo reconocimiento: un programa diario dedicado enteramente al merengue típico.
Para identificar su programa, Chaljub hizo suya una frase popular y que en una época definía el carácter del dominicano: “Fiesta y mañana gallos”. El programa se difunde por Dominicana FM (89.9), de lunes a viernes, de 7:00 a 8:00 de la noche.
Todo un despliegue musical de lo más genuino de nuestra música, con una conducción que no tiene desperdicio, pues Chaljub mantiene una especie de diálogo permanente con la amplia legión de oyentes y los intérpretes de música típica. A mi humilde juicio no es sólo un programa radial, sino una cofradía, un club, que cada noche convoca a todos sus oyentes para disfrutar de los merengues y sus historias, y los comentarios jocosos de su conductor y productor.
Escuchar “Fiesta y mañana gallos” es una verdadera fiesta, un deleite, un encuentro con la música más alegre del mundo, como es el merengue, que no identifica como pueblo, y a la vez tener el privilegio de disfrutar de la sencillez y sapiencia de un hombre como Chaljub Mejía.
Sin lugar a dudas que se trata de un programa exquisito, educativo, alegre, ameno que pone en alto el merengue y que magistralmente conduce un sencillo hombre de pueblo, pero con grandes dotes intelectuales.
Insisto en que Rafael Chaljub Mejía es merecedor de un premio Soberano especial o un reconocimiento del Congreso Nacional por sus denodados esfuerzos para rescatar nuestra música folclórica, en este tiempo en que se habla tanto de nacionalismo y traidores a la Patria.