El cantante y compositor Manuel Jiménez aspira a la Alcaldía Santo Domingo Este (ASDE), con el aval de haber sido por varios periodos diputado por esa demarcación.
Lo conozco desde hace décadas, primero en los clubes, cuando se iniciaba en el canto popular. Sé de su vocación comunitaria y sensibilidad humana.
Yo me crié y desarrollé en esa zona, cuando aun no era municipio, concretamente en el barrio Los Mina, donde tengo valiosos amigos y familiares, y he podido apreciar el afecto, simpatía y respeto con que cuenta Manuel Jiménez.
Siempre ha estado cercano a los munícipes; pese a sus años como legislador, reside en el mismo sitio, desde hace décadas; Sesde antes y luego como legislador ha desplegado allí una obra social muy apreciada por la comunidad, y tiene un mérito que valora: no se ha corrompido.
Recientemente, motorizó una reuión del ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez con sectores del municipio para que el Ministerio de Cultura construya allí un Centro de Bellas Artes, proyecto que fue puesto en marcha en dicho encuentro. Pero este es solo uno de los planes de Manuel Jiménez en sus aspiraciones como ciudadano de bienestar para los munícipes, y no solo como legislador o aspirante a alcalde.
Manuel Jiménez, por su honradez y honestidad, es para mí un modelo del tipo de político que reclama este tiempo, y entiendo que tiene perfil ideal para encabezar una gestión municipal creativa y comprometida con el desarrollo de esa ciudad.
Como a partir de los próximos días me propongo volver a residir en esa zona me he interesado en conocer de los problemas que la afectan. He recorrido sus calles y conversado con viejos amigos, incluido con Jiménez.
Creo que el hoy diputado tiene ideas claras y proyectos viables de desarrollo que posibilitarían convertir a esa demarcación en una ciudad que llene de orgullo a sus munícipes.
Siempre he creído que la visión de un líder es importante para que una comunidad, grande o pequeña, logre sus metas anheladas, y he apreciado que Jiménez las tiene.
Y las tiene, porque ha vivido casi 40 años allí, conoce cada barrio y callejón, y muy en especial a la gente, que también conoce de su conducta y práctica como ciudadano y legislador, y sobre todo porque es un doliente de allí.