"La diplomacia bilateral entre EEUU y Venezuela ha zozobrado, no permitamos que la incapacidad de sus gobernantes desborde la situación hasta una confrontación fratricida que tiña de sangre, luto y dolor a América Latina".
Por Willians De Jesús Salvador
El presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama emitió un decreto declarando la "emergencia nacional” por la situación política venezolana y se indica que el país sudamericano amenaza la seguridad nacional estadounidense; a la vez que sanciona siete altos funcionarios de organismos de seguridad del gobierno venezolano, para observadores internacionales este decreto fue redactado en términos muy controvertibles, dejando interrogantes políticas y militares, que son del exclusivo manejo de la Casa Blanca y el Pentágono.
La Casa Blanca manifestó que se trata de un procedimiento "legal normal” que ha sido aplicado con países como Irán, Siria o Birmania, entre otros, no obstante esta decisión fue interpretada como un órdago por el The New York Times.
Estas medidas son desproporcionadas y no concordantes con las dimensiones del conflicto, el cual tiene mas características de fracaso diplomático bilateral producto de un affaire entre dos modelos el "Neoliberalismo y el Socialismo del Siglo XXI".
Estas nuevas sanciones profundizan las diferencias que existen entre las dos naciones, debemos subrayar que las nuevas restricciones se producen después de que Maduro le ordenara a Estados Unidos que redujera su personal diplomático en la República Bolivariana de Venezuela.
El gobierno estadounidense considera inaceptable que en pleno siglo XXI el régimen bolivariano se comporte como una dictadura, donde todas las instancias democráticas están conculcadas por el oficialismo, no permite a sus adversarios las disensiones en materia política y en lo relativo a los aspectos comerciales, comunicaciones y finanzas actúa con rigidez estalinista y las medidas se implementan como un espectáculo virtual abierto al mundo.
La lucha de Estados Unidos de América y Venezuela, es la batalla entre dos modelos, el neoliberalismo que entiende la globalización y homogenización de la economía mundial en un mundo unipolar, y, el socialismo del siglo XXl, que aspira a un modelo con políticas económicas reguladas por el estado con amplias bases sociales.
Es importante recordar que el poder hegemónico de Estado Unidos, es una maquina codificada para enfrentar todas las naciones que reaccionen de manera hostil a sus políticas en el ajedrez geopolítico global o como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba, que tienen su propia agenda política.
Existen otros factores geopolíticos que no se pueden pasar por alto, desde los días gloriosos del presidente Chávez, Venezuela empezó un acercamiento al eje integrado por Irán, Rusia y a la República Popular de China, iniciándose con Rusia las compras de armas de guerra, modernizando sus escuadras de aviones de guerra y armamentos de los ejércitos de tierra, mientras con China se inició una relación de carácter financiera a gran escala, siendo la puerta de entrada del poderoso imperio asiático en América Latina.
Venezuela en los tiempos de las bonanzas económicas por los altos precios del petróleo, se enseñoreó asumiendo el liderazgo de América Latina, asumió el padrinazgo de Cuba e implementó el programa de Petróleo Caribe, logrando un posicionamiento en Centro, Sur América y el Caribe. A la vez que un coro de presidentes acólitos desafiaba a los Estados Unidos, en todos los foros internacionales e incluso EEUU vio disminuida sus influencias en la OEA, por primera vez en la historia del organismo hemisferio.
Venezuela desde antes de la muerte de Chávez, empezaba con signos preocupantes por la violencia, la delincuencia, empobrecimiento progresivo y acelerado, perdida de fuentes de trabajo, los recursos nacionales despilfarrados en políticas sociales, con aspectos más político clientelar que de solidaridad humana y desiciones de carácter política anti democrática persiguiendo y encarcelando a los opositores, proscribiendo los medios de comunicación, estatizando empresas, bancas y destruyendo el aparato productivo.
La muerte del presidente Chávez y la inesperada gran crisis económica cortejada por una hiperinflación, el desabastecimiento en el año 2013 faltaba el 21 % de los productos que se vendían en el comercio, los salarios aumentaron, pero el bolivar se devaluó devorando el incremento de los sueldos, y se ha ido desplomando los precios del petróleo, a la vez que sus nuevos socios enfrentan situaciones críticas como es el caso de Rusia por la crisis de Ucrania y China disminuye su crecimiento económico.
El liderazgo de relevo encabezado por Nicolás Maduro y Diodado Cabello, en vez de armonizar y auspiciar una apertura democrática en Venezuela, han implementado una diplomacia de choque contra EEUU.
He sido un crítico de este manejo diplomático que ha implementado el gobierno del presidente Maduro, por entender que se puede diferir con cualquier nación del mundo, y defender el modelo de gobierno que soberanamente se ha dado Venezuela, sin transgredir los espacios diplomáticos que deberían permanecer abiertos para el entendimiento entre los pueblos por abismales que sean sus diferencias.
La Cuarta República que se inició en 1958, tras el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, instalando una de las democracias mas ejemplares de América, sus fundamentos se consolidaron con la constitución del año 1961, cuarenta años de democracia fundamentada con alternabilidad política hasta que Chavez en el año 1999, que se inicia el llamado Socialismo del Siglo XXI.
Somos de opinión que la OEA, debe jugar su papel en la crítica relación diplomática existente entre EEUU y Venezuela, la diplomacia continental debe actuar con presteza, para no permitir que estos dos países del continente americano sus relaciones se quiebren y sus consecuencias aunque imprevistas serían catastróficas para una Venezuela que sufre los rigores de una crisis económica y de inestabilidad política.
Venezuela y los venezolanos, sus partidos políticos, la sociedad civil y sus instituciones son los responsables de su destino. Tienen grandes dificultades y desafíos cotidianos el neocomunismo bolivariano, son los venezolanos que deben elegir vivir con ese régimen o incorporarse al mundo globalizado de libre mercado y libertades políticas llamado neoliberalismo, solo ellos deben ser responsables de su destino.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga vigilante e intente disuadir al presidente Obama de no intervenir en Venezuela, la OEA y la ONU deben designar enviados especiales para un reencuentro de estas dos naciones americanas.
La diplomacia bilateral ha zozobrado entre EEUU y Venezuela, no permitamos que la incapacidad de sus gobernantes desborde la situación hasta una confrontación fratricida, que tiña de sangre, luto y dolor a América Latina.
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