Un intrigante en medio de dos disgustados es el peor actor cuando se trata de buscar una solución amigable a un conflicto.
Este tipo de personaje, por lo regular, tiene poco que perder, pero siempre gana. Peca en río revuelto para lograr protagonismo al lado de aquellas causas de las que se derivarán ventajas futuras.
Para este instigador no hay moral ni ética; lo suyo es echar el pleito que por pudor o miedo otros se niegan. Por lo regular, entiende que la honradez deja pérdida, y tampoco respeta las honras ajenas. Bien lo dijo Victor Hugo: El hombre honrado procura hacer últil, el intrigante, hacerse necesario"
Mientras más enchincha y revolotea el ambiente, mejor. Lo suyo no es buscar avenencias, sino acentuar las rencillas. Su tarea es evitar una solución a corto plazo: así no es negocio. Por eso se dedica a complicar cada momento y cada esfuerzo de los disgustados por acercarse.
No siempre con sus travesuras divierte al beneficiario de sus urdimbres, que de antemanos sabe que al fin y al cabo la intriga es su oficio, y una inversión para cobrar después, o sea, pasar factura.
Siempre carga a manos todo el expediente de sus hazañas como militante de la maquinación, como el cobrador que no se deshace de sus facturas.
Decir una cosa hoy y otra mañana, hablando del mismo tema, es como un arte. Goza sus mentiras, y disfruta que se la celebren. Al final, la credibilidad de su discurso no es su objetivo, sino la maldad que el mismo engendra.
Lo ideal es que dos disgustados apelen a la inteligencia, se miren las caras, y no den cancha a este tipo de personaje. La mayoría se lo agradecería.
Obviamente, en un país donde impera un marcado atraso político y además, el ejercicio de la política se apoya mucho en la mentira y el chisme, el intrigante es una pieza útil, de la cual es difícil y hasta costoso deshacerse.
De modo que, este tipo de personaje, tiene un amplio escenario para seguir actuando, y nadie sabe si termine siendo elegido el Actor del Año.
Así se define el intrigante: conspirador, maniobrero, trapisondista, insidioso, taimado, urdidor
misterioso, enigmático, curioso.