Por Thalif Deen
NACIONES UNIDAS, 18 mar 2015 (IPS) – Los conflictos armados que se libran en Iraq, Libia, Siria y Yemen incrementaron la venta de armas en Medio Oriente, según un estudio del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri, en inglés).
Los principales beneficiarios fueron Estados Unidos y Rusia, cuyas exportaciones de armas aumentaron de manera considerable en 2014, con China a la zaga, según las últimas cifras.
Las ventas de armas a los estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar crecieron 71 por ciento entre los quinquenios de 2005-2009 y 2010-14, que representan 54 por ciento de las importaciones en Medio Oriente en el segundo período.
Arabia Saudita se transformó en el segundo mayor importador mundial de armas en 2010-2014, al aumentar el volumen de sus importaciones de armas cuatro veces en comparación con el quinquenio anterior.
Varios de los Estados del CCG, específicamente Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, son importantes proveedores de armas, en su mayoría de forma extraoficial y clandestina, de las facciones en conflicto en Iraq, Libia, Siria y Yemen.
Pieter Wezeman, investigador del programa de Armas y Gasto Militar del Sipri, dijo que los estados del CCG expandieron y modernizaron rápidamente a sus fuerzas armadas, principalmente con armas procedentes de Estados Unidos y Europa.
“Está previsto que los estados del CCG, junto con Egipto, Iraq, Israel y Turquía en la región de Medio Oriente, recibirán más pedidos grandes de… armas en los próximos años”, añadió.
Natalie J. Goldring, investigadora del programa de Estudios de Seguridad en la Escuela Edmund A. Walsh de Servicio Exterior, de la estadounidense Universidad de Georgetown, dijo a IPS que los conflictos armados en Medio Oriente y la antigua Unión Soviética ofrecen mercados listos para las transferencias de armas.
Pero esas transferencias no siempre se reflejan en los datos del Sipri, cuya base de datos se concentra en las armas convencionales, explicó.
“Esto significa que los totales del Sipri no captan las armas ligeras y de pequeño calibre que a menudo aparecen en los conflictos recientes”, destacó Goldring, que también representa en la ONU al británico Instituto Acrónimo para la Diplomacia por el Desarme en relación con asuntos de armas convencionales y comercio de armas.
Según el Fondo Monetario Internacional, la caída en los precios del petróleo a partir de septiembre de 2014 tuvo fuertes consecuencias en los países productores de crudo que dependen de las exportaciones del hidrocarburo.
En el corto plazo, esas consecuencias pueden ser atenuadas mediante el uso de las reservas financieras en poder de países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar.
En el pasado, sin embargo, las crisis financieras solo lograron disminuir las adquisiciones de armas durante el lapso en el que estuvieron vigentes, según Goldring.
“A medida que los países proveedores de petróleo se recuperan económicamente, reanudan sus compras de armas. Las presiones financieras no son una medida eficaz de control a largo plazo”, afirmó.
Según los datos más recientes del Sipri, aproximadamente 75 por ciento de todo los países importaron armas convencionales en 2010-2014, de las cuales aproximadamente la mitad fue importada por apenas 10 países.
De los 10 principales importadores de grandes sistemas de armas en ese quinquenio, cinco son de Asia: India, con 15 por ciento de las importaciones mundiales de armas, China, con cinco por ciento, Pakistán, cuatro por ciento, Corea del Sur, tres por ciento, y Singapur, con tres por ciento.
Estos cinco países adquirieron 30 por ciento del volumen total de las importaciones de armas mundiales.
India adquirió 34 por ciento de las importaciones de armas de Asia, más del triple que China. De hecho, las compras de Beijing disminuyeron 42 por ciento entre los quinquenios de 2005-2009 y 2010-14.
Los nuevos datos del Sipri confirman que Estados Unidos y Rusia siguen dominando el comercio mundial de las principales armas convencionales.
Estados Unidos representa 31 por ciento del mercado internacional, frente a 29 por ciento en el período 2005-2009. La participación de Rusia aumentó más aún, de 22 por ciento en el quinquenio anterior a 27 por ciento en 2010-2014.
“Hace mucho tiempo que Estados Unidos considera las exportaciones de armas como una política exterior importante y una herramienta de seguridad, pero en los últimos años, las exportaciones son cada vez más necesarias para ayudar a la industria de armas estadounidense a mantener los niveles de producción en un momento de disminución del gasto militar” de Washington, observó Aude Fleurant, directora del programa de Armas y Gasto Militar del Sipri.
“Habilitados por el continuo crecimiento económico e impulsados por la percepción de amenazas alta, los países asiáticos siguen ampliando sus capacidades militares, con énfasis en los recursos marítimos”, dijo Wezeman.
En general, los países asiáticos todavía dependen de las importaciones de armas, que aumentaron mucho y seguirán siendo altas en el futuro cercano, aseguró.
Goldring dijo a IPS que aunque Sipri señala un incremento importante de las exportaciones chinas entre ambos períodos, Beijing sigue siendo un proveedor de menor importancia en comparación con Estados Unidos y Rusia.
Incluso con el gran aumento en sus exportaciones, China solo representa cinco por ciento del comercio mundial de armas, mientras que Estados Unidos y Rusia acaparan casi 60 por ciento del mercado.
China no es una amenaza para el dominio de Estados Unidos y Rusia en ese mercado, afirmó.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga