Luego de negar la acusación una y otra vez, llorar incluso y acusar al narcotráfico de estar detrás de las denuncias, el sacerdote católico Wojcierch (Alberto) Gil se sincerizó ante la justicia de Varsovia, en Polonia, y se declaró culpable de abuso sexual de varios menores en República Dominicana.
El religioso aceptó los cargos que se le imputaban en espera de una reducción de la condena: "El acusado se declaró culpable y de acuerdo con recibir una condena de siete años de prisión", explicó a los medios la portavoz del tribunal, Joanna Adamowicz.
En su contra pesan 10 cargos, ocho por abuso a menores y otros dos por posesión de pornografía infantil y tenencia ilegal de armas (una pistola y munición), lo que podría costarle hasta 15 años de cárcel si no se tiene en cuenta su declaración voluntaria de culpabilidad.
La Fiscalía ha solicitado tiempo para estudiar la propuesta de los abogados del acusado. El proceso continuará el próximo día 25 de marzo, cuanto se celebrará la siguiente vista y cuando, según especulaciones de diversos medios, podría dictarse sentencia.