En el discurso que pronunció al cumplirse un año de anunciar su determinación de buscar la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, el senador Reinaldo Pared Pérez, expresó que la “República Dominicana es una Estado Unitario, no una federación.
Es hora de abrazar la frontera como parte integral de nuestro territorio al igual que Santiago o Higüey, desterrar para siempre la idea de que la frontera es una tierra lejana de la cual no nos sentimos parte y que no influye en nuestras vidas personales ni en la de la nación. Estamos pagando un altísimo precio por nuestra desidia y abandono”.
Pero aquello no eran expresiones aisladas para embellecer y condimentar un discurso, son convicciones plasmadas con sentido de prioridad en la propuesta de gobierno que ha centrado en cinco pilares: empleo, educación, salud, nuevo campo y seguridad, que es a este último que se eslabona el Plan Integral de Desarrollo Fronterizo que acaba de presentar.
Se internó por tres días en los pueblos de la frontera dominico-haitiana, acompañado de una parte de su equipo de campaña y de periodistas de distintos medios, no solo para mostrar la patética realidad en la que malviven los pobladores de esas comunidades sino para presentar el plan que ha elaborado para crear una realidad fronteriza próspera y segura.
La pobreza estraga a ambos lados de la frontera, siendo más crítica la padecida por las 560 mil familias haitianas que habitan las 16 comunas del lado haitiano, versus la 320 mil que viven en los pueblos fronterizos del lado dominicano, donde se ubican cuatro de las cincos provincias más pobres del país.
El agua potable y los servicios sanitarios son lujos desconocidos para la mitad de la población y desde que un gobernante dictador ejecutó un plan de dominicanización de la frontera, la democracia ha hecho tan poca cosa que es imperceptible.
El plan Reinaldo contempla la construcción de tres ciudades a lo largo de la carretera internacional, que llevarán los nombres de Duarte, Sánchez y Mella, con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de los habitantes actuales y de llevar técnicos y profesores calificados a esa zona.
Se propone la creación de 20 mil empleos productivos y la fundación del Banco de Desarrollo Fronterizo que servirá de canal para mejorar la asignación de recursos públicos, cooperación internacional y socios privados para proyectos viables financiera, medioambiental y socialmente.
Reinaldo considera inconcebible que recorriendo territorio nacional se reciban mensajes de empresas haitianas advirtiendo sobre cobro de roaming, por lo que procurará que las telefónicas locales garanticen cobertura en todo el trayecto fronterizo.
En la propuesta se considera imprescindible rescatar los puestos del ejército dominicano en actual estado de abandono, “aumentaremos la existente poca dotación de organismos militares, policiales y civiles para que puedan brindar mejores servicios a la ciudadanía” y se prevé incentivar a los servidores públicos que escojan trabajar en la frontera.
“La ilegalidad es un cultivo que dificulta los buenos niveles de seguridad, la efectiva lucha contra el tráfico de drogas y la puesta en marcha de proyectos de desarrollo y planificación a largo plazo, por lo que asumiremos con entereza el cumplimiento irrestricto de nuestras leyes que regulan migración.
“Las leyes y procedimientos migratorios se aplicarán siempre, sin importar el modo de ingreso al territorio dominicano, ni la nacionalidad del que ingresa, ya sea turista, trabajador migrante, residente temporal, residente permanente o ciudadano dominicano”.