Lo conocí en 1986, en La Habana, al celebrarse el 150 aniversario del natalicio de “El Viejo”, como los cubanos identifican, con amor y gratitud, a Máximo Gómez, auténtico generalísimo libertario de este reguero de islas. Su exquisita y profunda erudición me hizo redescubrir al héroe antillano y, asimismo, los valores de nuestra Ciudad Colonial, cuya historia domina en todos sus detalles mejor que nosotros mismos. Por eso, es una honra que nos visite nuevamente el doctor Eusebio Leal, que en su saber apasionado mantiene vivo un viejo ideal panantillanista que debemos enarbolar con orgullo.
Ramón ColomboSoy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.