Por Jennifer Barreto-Leyva
Para nadie que lea prensa es un secreto ya, el reto profesional que le hice a Romeo Santos hace 1 mes a través de mis redes sociales y que es ya viral, con ayuda de los medios de comunicación.
Antes de dar ese paso que podía malinterpretarse y destruir en un clic mi carrera de 20 años, me pasee por todos los escenarios, todas las opciones, de lo mejor a lo peor, y siempre fue ganancia, porque como fuera, bien se concretara o no, se pondría en evidencia por lo que vengo trabajando hace dos décadas: la falta de diversidad en los medios de comunicación y publicidad, la discriminación, vejamen e irrespeto al que someten las 24 horas del día, los 365 días del año a las mujeres de talla grande y la presión grotesca a la cual nos someten a todas: flacas, altas, bajas, gordas, latinas o no, a seguir ideales absurdos e imposibles, a tener un solo tipo de belleza.
La gente fue testigo de cómo fui gratuita y vilmente agredida por solo ser yo, porque no entienden que el mundo no viene en un solo peso, talla y color desde que se dio a conocer la noticia. Esto no solo no está bien, no es normal…
En el ínterin, fue divinamente abrumadora la respuesta que tuve de todas esas mujeres que con tanto orgullo represento. Romeistas o no Romeistas, todas sin excepción, llenaron mi mensajería contándome sus experiencias, de cómo se sentían ya reivindicadas con tan solo la posibilidad que esta mancuerna se concretara y de cómo aplaudían mi valentía de enfrentar con tanto estoicismo éste, a veces monstruo, llamado sociedad.
A las Romeistas: gracias, por tanto apoyo y cariño. Insisto en que Romeo tiene unas fans de lujo. Gracias a ustedes conocí el trabajo de Romeo y nació esta propuesta sin mayor pretensión que mandar al mundo el mensaje de diversidad y autoestima tan necesario, en estos tiempos de falta de aceptación y odio al prójimo tan críticos.
A mi MT, gracias por no soltarme de la mano cuando la intolerancia gritaba su eterno y agotador discurso.
A todos los medios de comunicación en mayúscula, ¡GRACIAS!, por ser mi voz. Jamás pensé tener este apoyo tan abrumador y respetuoso de ustedes, que medios como The Inquisitr hayan reportado con bombos y platillos mi idea fue un gran honor. A todos los colegas periodistas, ¡gracias por todas las bonitas palabras y feedback tan mega positivo a mi propuesta! Esto fue una locura bonita, de las que vale la pena contar y recordar. Gracias infinitas a todos.
A mi familia, como siempre íntegra y con esos valores que ya no se ven, ¡gracias! Gracias por formar la mujer que soy, capaz de respetar, aceptar al prójimo como sea que luzca, hable o sea, por enseñarme a disentir con respeto, con amor y por enseñarme entre otras muchas cosas humildad e integridad.
Yendo ya más al punto, estimado Romeo: hice este llamado a que trabajáramos juntos, porque desde tus inicios has tenido un discurso de respeto e inclusión -a tu manera- por todas las mujeres, de todas las tallas y tipos. Te han pretendido ridiculizar en las redes sociales cada vez que incluyes y tomas en cuenta a una chica como yo, y a mí me han hecho lo propio por solo ser yo, como a cada mujer que por la razón que sea no entra en los patrones de belleza de la sociedad. Dada mi trayectoria y la tuya pensé -y sigo pensando- que hubiera sido histórico trabajar juntos, dando un mensaje poderosísimo como resultado. Repruebo y condeno el bullying hacia ti, hacia mí y hacia cualquiera. Es un veneno que está cobrando demasiadas vidas y me preocupa.
Desde que se han hecho videos en la historia de la música, en solo 4 han salido mujeres de talla grande, y como de costumbre es para ridiculizarlas. Es necesario algo de buen gusto y clase con urgencia.
La mujer de talla grande ha sido tan vapuleada, ignorada y maltratada que aceptan cualquier tipo de atención con tal de ser tomadas en cuenta, aunque esta atención sea vejarlas y burlarlas, triste pero es la realidad. Merecemos mucho más que eso, y ha sido difícil que lo comprendan mis cómplices reales (como yo las llamo) y el mundo que maneja un discurso de belleza única que nunca podré entender.
No recibí respuesta de tu parte y/o equipo de trabajo, cosa que me esperaba. Me quedé con la mano extendida, opción que me esperaba, me plantee y que lamento profundamente.
Mi mano sigue extendida para quien quiera tomarla, porque quiero creer siempre, que gente buena y talentosa es lo que sobra en el mundo, y que sabrán darle forma, sentido y volumen a esta "locura" que hace unas semanas se apoderó de mi corazón.
Mis cómplices reales: sepan siempre que mi trabajo ha sido y será para ustedes, que merecemos ser valoradas e incluidas todas sin distinción desde y con respeto, que no está bien que nos ridiculicen, burlen, agredan o manipulen con absurdo infantilismo nuestro ser. Todas somos MUJERES, completas, sexuales, sensuales y humanas. No somos: "gorditas", "excedidas en belleza", ni cualquier otro de los sobrenombres de tan mal gusto con los que se nos da a conocer mediáticamente, y que han calado en la gente por desgracia.
Sigo acá, mis hermosas, mi gente. Ilusionada, con la mano extendida y más enamorada que nunca de trabajar día a día por la diversidad y respeto.
¡Los quiero siempre!
Jennifer Barreto-Leyva (o como me llama la prensa, "La modelo que retó a Romeo Santos").