Al igual que la innovación tecnológica comenzó a mejorar las capacidades productivas en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y luego se fue expandiendo a otras naciones europeas, el escenario que se plantea ahora también pone a las máquinas como protagonistas: en este caso, se trata de robots que realizarán trabajos efectuados actualmente por los humanos. Pero a diferencia de la superación mecánica lograda en la revolución Industrial, ahora el avance también se está dando en lo que respecta a la inteligencia artificial.
Los datos que se recogen de algunos informes referidos a este tema son concluyentes. En 20 años, un total de 702 ocupaciones humanas se automatizarán, y estarán a cargo de máquinas y robots portátiles, según un estudio realizado en la Universidad de Oxford en Inglaterra, que fue publicado en The Economist.
En los altos cargos de management el punto clave no es el reemplazo, sino la complementariedad
En total, realizarán las tareas que hoy lleva a cabo el 47% de la población económicamente activa (PEA) global, por lo que los trabajadores perderán su empleo y sucederá tanto en los países industrializados como en vías de desarrollo. Las últimas cifras de 2013 relevadas por el Banco Mundial indica que el total de la PEA asciende a 3.314.687.966 personas, así que más de 1.600 millones de trabajadores quedarían desempleados.
Esto no ocurrirá con todas las tareas, según este informe. Existe dos grandes grupos de actividades: aquellas que tienen una alta probabilidad a ser mecanizadas y aquellas que no la tienen. Entre las primeras se incluyen las que están relacionadas con el transporte, la producción, el mantenimiento, la agricultura, la venta al público y las funciones rutinarias, como puede ser el cobro del peaje. Tampoco serán todas en el mismo momento. En la primera etapa, las máquinas reemplazarán al hombre en campos como producción, logística, administración y servicios.
En este aspecto, hay una discusión profunda ya que se estima que el campo de reemplazo es mucho más amplio del que se plantea en el reporte de Oxford. Hoy se estima que incluso altos cargos del management de las empresas pueden estar en el grupo de los reemplazables.
Si bien hay determinadas aptitudes humanas muy difíciles de reemplazar, entre las que se incluye el pensamiento creativo y estratégico y la habilidad de negociar, lo que hace que sea difícil pensar en un "CEO-robot" que cumpla esas tareas, se estima que los altos ejecutivos deberán reinventarse y refocalizarse. En el informe global anual de McKinsey del año pasado, el punto clave no es el reemplazo, sino la complementariedad. Hoy los que están en los altos cargos cuentan con un universo mayor y más complejo de información, conocido como Big Data, que deben tener en cuenta para tomar sus decisiones. Acá es donde entra en juego la máquina, mientras que el pensamiento creativo seguirá a cargo del hombre.
La PEA está compuesta por 3.314.687.966 personas. En consecuencia, habría 1.600 millones de desempleados.
Otro informe sobre este tema realizado por Manpower establece que por cada carrera que desaparezca (en este reporte se estima un total de 14o), se generarán dos profesiones pero dentro del segmento de la tecnología y la producción de alta especialización. El problema que se plantea es que las universidades no actualizan sus planes de estudio en forma constante y hace que estos se vuelvan obsoletos. Tampoco hay un sistema formal de prácticas profesionales en el que las empresas obliguen a capacitarse a cierto perfil de empleados.
Estos análisis surgen justo cuando el presidente de los EE.UU., Barack Obama, acaba de dar a conocer su nuevo proyecto conocido como TechHire con el que se busca invertir en la formación de ciudadanos estadounidenses que no estén lo suficientemente capacitados en el sector tecnológico.
En esto Obama fue muy terminante al afirmar que si no producen suficientes trabajadores tecnológicos, con el tiempo “eso amenazará nuestro liderazgo en innovación global, que es el pan de cada día de la economía del siglo XXI”. Además, se tratan de los salarios más altos del sector, los que son un 50% más alto que el promedio de empleos del sector privado en el país.
Pero no todos son estudios, ya se comienzan a ver algunas pruebas que muestra algunos atisbos de este futuro por venir.
La utilización de robos en tareas humanas sucederá tanto en los países industrializados como en vías de desarrollo.
El año pasado se presentó a “Alo”, el nuevo botones de la cadena hotelera Starwood, en un hotel ubicado en Cupertino (California). Desarrollado por Savioke, se encargaba de recorrer pasillos y subir y bajar ascensores a través de la red WiFi. La idea de la empresa creadora de Alo es también utilizar estos robots en hospitales y geriátricos.
Otro ejemplo del que se habla cada vez más es el de los “robots-periodistas”, los que ya están comenzando a ser utilizados por algunas de las grandes editoriales a nivel mundial. Tienen especial relevancia en aquellos artículos que se basan en muchos datos, como por ejemplo las notas financieras, o incluso las de último momento. En estos casos, a través de algoritmos en un software interno, se puede producir los datos en informes.
Una misma pregunta que surgió en el siglo XVII puede surgir ahora: ¿qué pasará con aquellas personas cuyos trabajos comiencen a ser realizados por las máquinas? Habrá que ir acompañando estos cambios y ver la readaptación de los humanos a esta realidad, como sucedió en ese entonces. Publicado http://www.tynmagazine.com