SANTIAGO.- Propietarios de tiendas y otros tipos de establecimientos comerciales localizados tanto en el centro de esta ciudad como en barrios periféricos, paulatinamente se apropian de las áreas reservadas para el estacionamiento de vehículos, al tiempo que limitan el libre caminar por las aceras.
Las acciones de los negociantes consisten en colocar obstáculos móviles en las calles y avenidas frente a sus establecimientos, con el objetivo de que allí solo se parqueen los automóviles cuyos conductores estén interesados en ingresar a sus establecimientos para adquirir los artículos que ofertan.
La violación al derecho que tiene la ciudadanía de parquear sus vehículos en los lugares permitidos por las leyes de tránsito se produce mayormente en el denominado “casco urbano” de esta ciudad, donde operan las principales tiendas y que diariamente son visitadas por centenares de personas.
La situación anómala ocurre todos los días, ante la mirada cómplice de los agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y los inspectores de la Alcaldía de esta ciudad.
Con frecuencia se producen discusiones entre conductores que desean estacionar sus automóviles en las zonas que han sido privatizadas por los dueños de negocios, a pesar de que se trata de lugares del dominio público.
La apropiación de esos tramos de las vías de uso público en el centro de la ciudad ya es algo común en las calles 30 de Marzo, Del Sol, 16 de Agosto, España, Duarte, San Luís, Mella, Sánchez, Cuba, Independencia, Beller, Restauración y la avenida Las Carreras y Bartolomé Colón.
En algunas de ellas otros propietarios de negocios decidieron colocar obstáculos de cemento construidos de manera vertical, con cuyas acciones impiden que la ciudadanía camine sin dificultades por las aceras.
Se ignoran las razones para que en esos lugares se instalen los mismos, que ya han provocado lesiones físicas a varias personas, de manera fundamental aquellas con serias limitaciones visuales.