La presidenta de Argentina ha reaccionado ante la huelga nacional contra su gobierno que ha paralizado las principales actividades de ese país surameticanos, en especial el transporte.
"A mí me duele los que hacen un paro porque tienen que dar un poquito de su sueldo para los jubilados", comentó la mandataria en alusión a los que convocaron la paralización.
Dijo que los huelguistas tienen un trabajo y bien remunerado y que se olvidan de los que todavía están afuera y hacen un paro porque tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros.
Recordó una frase de Evita Perón que dijo en una ocasión que le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de dónde vinieron que al de los oligarcas".
El cabeza del gremio de trenes La Fraternidad, Omar Maturano, y el empresario sindicalista Luis Barrionuevo, jefe del desprendimiento opositor Azul y Blanco de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), adelantaron que el 14 de abril "darán a conocer un plan de lucha de los sindicatos del transporte".
Prensa Latina observa que los convocantes a la medida de fuerza de este martes demandan la elevación del nivel mínimo imponible para el impuesto a las ganancias que abonan los trabajadores en la escala salarial alta de más de 15 mil pesos mensuales (1.705 dólares).
Barrionuevo, cabeza del gremio de hoteleros y gastronómicos, dijo que como el Gobierno no dará una respuesta "nosotros el día 15 vamos a hacer 36 horas de movilización".
Pero para Facundo Moyano, diputado nacional por el neoconservador Frente Renovador y jefe del gremio de peajes, "es irresponsable hablar de otra medida de fuerza cuando estamos en una y no ha concluido".
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, criticó hoy en duros términos la medida de fuerza gremial la cual -dijo- fue "organizada por dirigentes sindicales que son ricos contra trabajadores humildes".
El paro del transporte coincidió este martes con la comparecencia ante la Cámara de Diputados de Randazzo, para explicar los alcances del proyecto para estatizar los servicios de trenes y crear la empresa pública Ferrocarriles Argentinos.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió en que es una huelga con motivación política.
"El primer pretexto que se encontró fue el impuesto a las ganancias, pero nadie razonó que no impacta en ese gremio", dijo Fernández al referirse a la Unión de Transviarios de Argentina, principal convocante pues solo el 7 u 8 por ciento de sus afiliados abona ese tributo.
Consideró la acción de paralizar el transporte de inconcebible. "Dan la impresión de un paro general, pero en realidad los que tienen interés en ir a trabajar están privados por este gremio que ha decidido trabar la vida a todos los otros".
El jefe de ministros aclaró en respuesta a periodistas ante la Casa Rosada que el Gobierno no piensa adoptar sanción alguna.