SANTIAGO.- Al cumplirse este jueves 58 meses del atentado contra el abogado y comunicador José Jordi Veras Rodríguez, por cuyo hecho son juzgados en la Corte de Apelación de aquí un empresario y otras seis personas, su padre, el también jurista Ramón Antonio (Negro) Veras, aseguró hoy que no desmayará en su interés de buscar que definitivamente la justicia prevalezca en el caso.
Del intento de asesinato de Veras Rodríguez, ocurrido la mañana del 2 de junio del 2010, el Primer Tribunal Colegiado de este distrito judicial condenó el 17 de junio del pasado año a 30 años de prisión a Candy Caminero, mientras que Adriano Román y otros cinco inculpado fueron sentenciados a 20 años, el primero como autor material y el segundo en su calidad de cómplice, por haber orquestado el hecho.
Hoy, Negro Veras declaró que “encargo que me ha tocado ejecutar ante la acción criminal contra Jordi, ha sido sumamente difícil, no solamente porque actúo anímicamente en estado de permanente aflicción, sino porque en el curso de la investigación judicial y policial, así como durante el juicio, he soportado toda clase de contrariedades por las barreras que me he encontrado por lo entronizado del caso”.
Para a seguidas agregar que ha procedido en el caso, a costa de su salud y seguridad personal “pero no me lamento porque la responsabilidad como padre me obliga a actuar sin importar lo engorroso que es el asunto; lo penoso del operativo criminal contra mi hijo no me libera de la obligación de darle seguimiento al expediente hasta el final”.
Dijo que al cumplirse hoy 58 meses del atentado contra su hijo y no obstante las angustias que ha tenido que pasar “me mantengo en tensión convencido que mi deber como padre es seguir adelante, sin importar lo lastimoso del proceso; sin desmayar un instante, sin desánimo, hasta que se dicte una sentencia con carácter definitivo e irrevocable”.
Negro Veras es de opinión de que la sociedad dominicana está viviendo una etapa sumamente difícil “porque la vida de las personas está a merced del capricho de cualquier desaprensivo que, disponiendo de amplios recursos económicos, pueda pagar el precio solicitado por los sicarios”.
“Así ocurrió con el caso de mi hijo Jordi, contra quien Adriano Román pagó la tarifa a la asociación de criminales que organizó su fallido asesinato”, puntualizó el conocido abogado santiaguero.
Además de Román, fueron condenados a 20 años de prisión a Franklin Reynoso Moronta, Engels Carela Castro, el teniente Roberto Zabala y el agente Arturo José Ferreira, los dos últimos de la Policía, en tanto que se impuso una pena de 10 años a Francisco Carela Castro.