Los sacerdotes no pueden ser "pastores con cara de vinagre, quejosos ni, lo que es peor, pastores aburridos", ha dicho este 2 de abril el papa Francisco durante la homilía de la misa crismal del Jueves Santo que celebró en la basílica de San Pedro, según recoge la agencia EFE. El Sumo Pontífice reiteró la necesidad de pastores "con olor a oveja" y "sonrisa de padre" que no tengan nada que ver "con esos que huelen a perfume caro y te miran de lejos y desde arriba" (RT).