Culpar al ex presidente Leonel Fernández de la degradación ética y moral que nos abate es una excusa irresponsable de la mal llamada “clase política” por no actuar valientemente frente al derrumbe que desde hace más de 50 años se ha estado produciendo en nuestra sociedad.
¿O los gobiernos anteriores habían sido excepcionalmente moralistas, forjadores de una cultura política y ética distinta a la de hoy? ¿No ha sido la corrupción un mal endémico en la República Dominicana?
El caso del Partido de la Liberación Dominicana, y en particular de Leonel, ha sido, es verdad, excepcional, pues ningún otro en toda la historia, había sido más corrupto y depredador. (Los anteriores eran “niños de teta” comparados con los del PLD).
Leonel es indefendible. Pero, ¿solo y exclusivamente él? Mientras el país era descuartizado como ganado por cuatreros despiadados y perversos, ¿dónde estaban los demás miembros del PLD? ¿Dónde se encontraban los del Comité Político y del Comité Central? ¿Ocupando cargos en el Gabinete o enfrentado virulentamente a Leonel por no seguir al pie de la letra la doctrina de su líder histórico Juan Bosch, quién aseguró que, “en un gobierno del PLD, no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos”?
¿Quiénes en el PLD están exentos de culpa y pueden lanzar la primera piedra?
¿No fue Danilo Medina uno de los estrategas fundamentales del acuerdo racista y fascista con Joaquín Balaguer y su partido reformista para impedir el triunfo de Peña Gómez que había ganado la primera vuelta de las elecciones de 1996? ¿No fue Danilo el funcionario más poderoso del gobierno de Leonel (96-2000), el que nombraba ministros y demás funcionarios?
¿Enfrentó Danilo la corrupción de los demás gobiernos del PLD o fue cómplice?
¿Acaso –pregunto- no fue Danilo quién durante su discurso de toma de posesión anunció un “borrón y cuenta nueva” llamando a la población a “no mirar hacia atrás”, ni “lanzarle ladrillos al pasado” para hacer que el pueblo pagara con más miseria el déficit de 200 mil millones de pesos dejado por Leonel justamente para imponerlo como presidente de la República?
No creo, lo digo sinceramente, que solo exista“don Gato tenga una pandilla” en la política criolla. Hay otras, grandes, poderosas y peligrosas. La que operaba en el Palacio Nacional durante la “era” de Leonel, por ejemplo, con los permisos de importación, no fue destruida, ni prohibida, solo cambió de socios.
El Estado sigue siendo un factor determinante en las elecciones dentro y fuera del PLD, como se vio en la escogencia de los nuevos integrantes de los organismos superiores y como se está viendo ahora en la campaña reeleccionista, aunque lo estén negando.
¿Tiene calidad política y moral el grupo que encabeza la reelección del presidente Medina, en su campaña contra la corrupción, el narcotráfico, el contrabando y el lavado de activo que se le indilgan solo a Leonel y su grupo dentro del PLD como se está haciendo en los medios de comunicación y en otras instancias? ¡No creo!
No soy de los que consideran que Leonel es malo y Danilo es bueno. Son pájaros que se disputan el mismo nido donde nacieron, crecieron y se desarrollaron. Danilo es más de lo mismo, pero con un estilo distinto porque sabe que el modelo Leonel se agotó.
En el PLD todos son responsables, en mayor o menos medida, de lo que pasó y sigue pasando en la sociedad dominicana en materia ética y moral, de lo contrario, el fraccionamiento de esa entidad se habría producido hace años entre los seguidores de Balaguer-Vincho-Leonel y los seguidores de Juan Bosch en esas materias. ¿O no?
No me digan que solo Leonel, es responsable de la corrupción y la depredación del país, porque si fuera así, debería estar sentado hace más de dos años, cuando Danilo encontró el maletín aquel lleno de deudas creyendo que era un tesoro, en el “banquillo de los acusados” junto con los integrantes de su claque. ¿Verdad? Y eso no es lo que está ocurriendo.
En el gobierno no hay una verdadera lucha contra la corrupción, no importa lo que diga o haga el Procurador Francisco Domínguez Brito, insultado libremente frente al Juez Alejandro Moscoso, por el imputado Félix Bautista.
¡No me metan gato por liebre! Lo que procede es un cambio de partido en el gobierno, no otro lobo disfrazado de cordero. No más de lo mismo.